Sé que hay un universo paralelo donde yo no te echo de menos y tú no piensas en mí; un mundo donde jamás nos hemos conocido, donde ni siquiera alcanzamos a intuirnos; un lugar donde tú nunca has perdido la razón entre mis piernas ni yo me he licuado entre tus manos, donde mis dedos no han explorado el bosque de tu mandíbula y tu aliento no hace cosquillas entre mis labios; un espacio donde nuestras almas jamás han compartido idéntica jaula ni por nuestras venas circula el mismo grupo sanguíneo y donde la rabia no nubla nuestros ojos al darnos cuenta de que, casi sin querer, hicimos real la historia de aquella jodida canción, aunque nunca fuéramos muy de tomar taxis. Sé que existe un universo paralelo donde tú y yo nunca seremos nosotros, pero donde, a diferencia de éste, tampoco sabremos que podríamos haberlo sido; en definitiva, un mundo tristemente feliz.