martes, 7 de marzo de 2023

Sabes

Sabes que no todo es cierto; que hay restos de mí orbitando en tu desierto; que yo te quise, luego, te odié y, ahora, sinceramente, no lo sé; que los domingos lloro para no teñir de azul los lunes; que hay canciones en las que habito desde hace demasiado tiempo y poemas que me recitan de corrido cada noche; que las palabras se me escapan cuando bebo, pero siempre entre mentiras que protegen tu corazón de la bayoneta de mi lengua; que, cuando el tiempo muera, seguiremos ansiando volver al momento en que la lluvia lavaba nuestros rostros y nuestros dedos eran anguilas en celo, navegando en aguas bien distintas a aquéllas que nos alumbraron; que no hay forma de que dejes de sentirme ni de que tú ceses de dolerme; que moriremos junto a la persona equivocada, porque no supimos corregir la trayectoria del meteorito del orgullo; que serás los Cuatro Jinetes de mi Apocalipsis y yo el oxígeno cuya falta provoca tu hipoxia; que ambos soñamos con precipitar el fin, con sumergirnos en el abismo y fundirnos en el vacío; que nunca lo haremos y que eso, precisamente, será lo que acabará matándonos.