Y hoy, en el número 2, "Love is noise" de The Verve. Nunca pensé que llegarían a hacer una canción tan buena como "Bitter sweet symphony", pero han compuesto una incluso mejor que su primer éxito internacional. Disfrutad del nuevo sonido de The Verve.
PD: Me habría gustado colgar el vídeo oficial, que es una auténtica pasada, pero el enlace de youtube está deshabilitado. Para quienes queráis verlo podéis hacerlo pinchando aquí.
Blog en el que buceo en universos paralelos distantes y distintos encerrados en el centro de un protón del núcleo del átomo de mi existencia.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
martes, 30 de diciembre de 2008
Elisa
Elisa se siente como una colilla a medio consumir tirada en la gris acera de la calle. No es la primera vez que la abandonan, pero sí es la vez que más le ha dolido, sobre todo, por lo inesperado de la situación. Pensaba que todo iba bien, que Javi y ella se entendían a la perfección y, de repente, sin ningún tipo de aviso previo, él le suelta que ya no la quiere y que se ha enamorado de otra. Jura y perjura que no le ha puesto los cuernos; pero, por más que lo intenta, Elisa no consigue creerlo. La clase de hoy le resulta insoportable. Los números de la pizarra son fríos y áridos. No le gusta la estadística. Antes la adoraba, pero ahora la odia. Porque la estadística dice que las probabilidades de que encuentre a su alma gemela, en caso de que exista, tienden a cero. Y la probabilidad de encontrar a una pareja para toda la vida también es excesivamente ridícula. Intenta convencerse de que la estadística es una tontería, de que sus profesores no tienen razón. Pero los números no mienten y rasgan poco a poco su idealismo, convirtiendo en jirones sus sueños adolescentes. Hoy Elisa se siente como una colilla a medio consumir tirada en la gris acera de la calle. Sólo espera que alguien la aplaste pronto hasta apagarla por completo. O que algún idiota la recoja del suelo y la apure hasta terminar de consumirse.
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 3, "Adiós" de Zahara. Oficialmente no se ha publicado en ningún disco, pero se estrenó este año y eso también cuenta, ¿no? ¡Ay! Algún día quiero que alguien me dedique una canción de despedida.
lunes, 29 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 4, "Copenhague" de Vetusta Morla. La verdad es que "Un día en el mundo" es, al igual que "Junio" de Havalina, un álbum redondo al que no le sobra ni le falta nada. Y, aún así, esta canción me cautiva especialmente. "Dejarse llevar suena demasiado bien. Jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar".
domingo, 28 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 5, "Junio" de Havalina. En realidad podría haber escogido cualquier otra canción de su álbum homónimo, un disco perfecto de principio a fin en el que no sobra ni falta nada y que nunca me cansaré de escuchar una y otra vez. Pero, precisamente porque me resulta imposible decir qué canción me gusta más, he optado por quedarme con la que da nombre a uno de los mejores discos de este año. Espero que os guste tanto como a mí.
PD: ¡Vaya letra!
PD: ¡Vaya letra!
sábado, 27 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 6, "Take me home" de Russian Red. Algunos consideran que Lourdes se pasa con los gorgoritos. A mí me parece que tiene una voz privilegiada y que hace unas canciones increíbles. Como ésta:
viernes, 26 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 7, "I like what you say" de Nada Surf. No sé que tienen estos chicos que siempre consiguen que una sonrisa enorme se dibuje en mi cara cuando escucho alguna de sus canciones. Especialmente ésta.
jueves, 25 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 8, "Decode" de Paramore. A veces me da la impresión de que este grupo siempre hace la misma canción. Incluso aunque sea así, la canción es realmente buena.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
TOP 10 2008
Y hoy, en el número 9, "Pork and beans" de Weezer. Puede que "The Red Album" no sea su mejor disco, pero esta canción me encanta. " I'll eat my candy with the pork and beans. Excuse my manners if I make a scene. I ain't gonna wear the clothes that you like. I'm fine and dandy with the me inside. One look in the mirror and I'm tickled pink. I don't give a hoot about what you think. Everyone likes to dance to a happy song. (Hey, hey). With a catchy chorus and beat so they can sing along. (Hey, hey). Timbaland knows the way to reach the top of the charts. Maybe if I work with him I can perfect the art
martes, 23 de diciembre de 2008
Ganar o perder
- Tienes mucho que perder y poco que ganar, ¿por qué sigues jugando?
- Porque si no juego no puedo ganar y no ganar es sinónimo de perder.
- Pero mejor perder poco que perder mucho.
- Perder es siempre horrible, no importa la cuantía. Y, sin embargo, ganar es siempre algo maravilloso, por poco que sea.
- Pero si perder es horrible, ¿por qué arriesgarse a hacerlo?
- Porque es la única manera de poder ganar y experimentar la indescriptible sensación de la victoria.
- ¿Y si la victoria no tiene lugar? ¿Y si lo único que te queda es una interminable lista de dolorosas derrotas?
- Eso es imposible.
- ¿Por qué? Hay personas que se pasan la vida perdiendo constantemente.
- Un intento fallido es ya un pequeño triunfo, un leve éxito, una mínima victoria. Cuando juego y pierdo siempre se me dibuja una irónica sonrisa en mi cara derrotada. Pero cuando decido no arriesgarme y dejo de apostar en el juego de la vida no hay nada ni nadie capaz de hacer que las comisuras de mis labios se eleven ligeramente. Así que juega siempre y disfruta de las derrotas evitables de las que todo el mundo huye y no le cuentes a nadie lo que se siente al ganar cuando nadie más se ha atrevido a apostar.
- Lo siento, pero el miedo a perder es demasiado grande.
- Y el deseo de ganar demasiado pequeño.
- Te equivocas. Claro que quiero ganar, pero me aterra perder.
- Eres tú quien se equivoca. Cuando realmente deseas ganar acabas apostando a un sólo número; aunque el miedo a la derrota amenace con taladrar tu estómago, nuble tu vista, convierta tus piernas en gelatina temblorosa o te provoque ganas de vomitar. El deseo de ganar se apodera de todo tu ser y sepulta al cobarde miedo bajo toneladas de infantil inconsciencia. Y te juegas todo a una sola carta, por más que sepas que la probabilidad de ganar tiende a cero, por más que tu mente te repita sin cesar las funestas consecuencias de la derrota, por más que sepas que deberías dejar de jugar. Y, a veces, muy de vez en cuando, el universo se divierte con tu comportamiento kamikaze y decide premiarlo con una victoria inesperada e imposible. Y entonces todo cobra sentido y te olvidas de las dolorosas derrotas anteriores. Y la esperanza de alcanzar ese momento perfecto justifica cualquier tipo de apuesta absurda.
-¿Jugamos?
- Porque si no juego no puedo ganar y no ganar es sinónimo de perder.
- Pero mejor perder poco que perder mucho.
- Perder es siempre horrible, no importa la cuantía. Y, sin embargo, ganar es siempre algo maravilloso, por poco que sea.
- Pero si perder es horrible, ¿por qué arriesgarse a hacerlo?
- Porque es la única manera de poder ganar y experimentar la indescriptible sensación de la victoria.
- ¿Y si la victoria no tiene lugar? ¿Y si lo único que te queda es una interminable lista de dolorosas derrotas?
- Eso es imposible.
- ¿Por qué? Hay personas que se pasan la vida perdiendo constantemente.
- Un intento fallido es ya un pequeño triunfo, un leve éxito, una mínima victoria. Cuando juego y pierdo siempre se me dibuja una irónica sonrisa en mi cara derrotada. Pero cuando decido no arriesgarme y dejo de apostar en el juego de la vida no hay nada ni nadie capaz de hacer que las comisuras de mis labios se eleven ligeramente. Así que juega siempre y disfruta de las derrotas evitables de las que todo el mundo huye y no le cuentes a nadie lo que se siente al ganar cuando nadie más se ha atrevido a apostar.
- Lo siento, pero el miedo a perder es demasiado grande.
- Y el deseo de ganar demasiado pequeño.
- Te equivocas. Claro que quiero ganar, pero me aterra perder.
- Eres tú quien se equivoca. Cuando realmente deseas ganar acabas apostando a un sólo número; aunque el miedo a la derrota amenace con taladrar tu estómago, nuble tu vista, convierta tus piernas en gelatina temblorosa o te provoque ganas de vomitar. El deseo de ganar se apodera de todo tu ser y sepulta al cobarde miedo bajo toneladas de infantil inconsciencia. Y te juegas todo a una sola carta, por más que sepas que la probabilidad de ganar tiende a cero, por más que tu mente te repita sin cesar las funestas consecuencias de la derrota, por más que sepas que deberías dejar de jugar. Y, a veces, muy de vez en cuando, el universo se divierte con tu comportamiento kamikaze y decide premiarlo con una victoria inesperada e imposible. Y entonces todo cobra sentido y te olvidas de las dolorosas derrotas anteriores. Y la esperanza de alcanzar ese momento perfecto justifica cualquier tipo de apuesta absurda.
-¿Jugamos?
TOP 10 2008
Y como el año se acaba y hay que echar la vista atrás y hacer balance intentaré recopilar las diez mejores canciones del 2008. Sé que se me quedan muchas en el tintero, porque tengo muy mala memoria y muy poca cultura musical. ¡Qué le vamos a hacer!
En fin, hoy, en el número 10, una canción de Deluxe que no es la típica del gran Xoel López: "Quemas". A ver si os gusta.
En fin, hoy, en el número 10, una canción de Deluxe que no es la típica del gran Xoel López: "Quemas". A ver si os gusta.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Mi canción del día
Una vez le dije a un tío que sabe mucho de música que no comprendía por qué no podía parar de escuchar esta canción y él me respondió que era lógico porque se trataba de un hit. No tengo ni idea de cuántas veces la habré escuchado desde entonces, pero se me sigue poniendo la piel de gallina. Ésta fue la primera vez que la oí en directo. Y hace poco tuve al lado a la madre de la artista, que fue incapaz de reprimir las lágrimas cuando esta ubetense comenzó a cantar esta obra de arte. Una letra perfecta que se funde con una melodía cautivadora que envuelve perfectamente una voz privilegiada.
Porque recuerdo que al llegar ni me miraste, fui sólo una más de cientos. Porque hay ascensores prohibidos y pecados compartidos. Porque dejo correr mis tuercas y que hormigas me retuerzan. Porque quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada. Porque muerdo el agua por ti, te deslizas por mí. Porque jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir. Porque no sé qué acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos, nuestra incómoda postura se dilató en el espacio. Porque se me hunde el dolor en el costado y se me nublan los recodos. Porque no quiero no estar a tu lado. Porque me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos y las palabras se me apartan, me vacían las entrañas. Porque finjo que no sé, que no he sabido, finjo que no me gusta estar contigo.
Cumpleaños
Hoy mi blog cumple un año. ¡Cómo pasa el tiempo! No sé muy bien por qué empecé a escribir todo esto. La gente que me conoce piensa que soy una tía súper racional, pero lo cierto es que me muevo a golpe de impulsos, pálpitos y presentimientos varios y, como normalmente, este errático movimiento me lleva a buen puerto continúo practicándolo habitualmente. El caso es que cuando creé este blog estaba en una etapa muy difícil de mi vida: muchas horas de estudio, muchas dudas acerca de mi futuro, todo el día encerrada en casa, muchas inseguridades, ausencia total de vida social...Necesitaba una vía de escape y sentir que hacía algo útil y productivo y me agarré a esto de escribir un blog. En un principio pretendía hacer críticas de películas, libros y música y dar mi opinión acerca de determinados temas que me soliviantaban. De vez en cuando introducía alguna que otra divagación estúpida y eso era todo. Hasta que un día Isobel me asaltó sin previo aviso. No sé cómo llegó hasta mí. Pero, de repente, empecé a escribir sobre ella y Marcos. Más o menos por la misma época proliferaron también las divagaciones y la prosa poética. Después aparecieron Marta y Ana. Y, más tarde, otros muchos personajes que yacían dormidos en algún rincón escondido de este u otro universo paralelo. Una vez afirmé que Isobel era real. En realidad, todos mis personajes lo son. Todos tienen vida propia y, por más que lo intento, no logro controlar su existencia ni sus sentimientos. A Isobel la dejé en un hospital sin saber muy bien si estaba viva o muerta. Me gustaría poder contar qué fue de ella y de Marcos, pero no he vuelto a saber nada de ellos. La pobre Marta está hecha una mierda por culpa de tíos en los que nunca debió fijarse. Me gustaría hacerle comprender que nunca debes colgarte de un tío con pareja, pero ella siente una atracción fatal por los mismos. A Ana la dejé atrapada en una ratonera en la que ella solita se metió por inercia. Laura sigue inmersa en su particular ruleta autodestructiva. Y luego están aquellos personajes que me visitan una única vez (Katia, Leyre, Maribel, Beatriz, Silvia, Teresa, Christopher, Elisa, César...), personas que me dejan atisbar un milímetro de su existencia para luego desaparecer de mi horizonte. Puede que alguno vuelva a vistarme o puede que nunca regresen. Es jodido, pero es así. También hubo un momento en que me dio por publicar algunos relatos que había escrito hace tiempo. Intenté cambiar el final de uno de ellos, pero no fui capaz de hacerlo. Creo que ya dije una vez que no controlo lo que escribo. Hay veces en que cuando me siento delante del ordenador tengo pensadas todas y cada una de las palabras que teclearé, pero, en otras ocasiones cuando me pongo a escribir sólo lo hago para exteriorizar una estúpida frase que martillea mi cerebro y que amenaza con taladrarme el cráneo. Y, de repente, cuando la libero, otras muchas frases y palabras la siguen. No existe ningún plan preconcebido en esas ocasiones. Simplemenete dejo que mis dedos cobren vida propia y desconecto cualquier tipo de censura consciente. El problema es que muchas veces la gente cree que lo escribo es autobiográfico. Es cierto que hay algo de mí en todas y cada una de mis entradas, pero eso no significa que lo que cuento sea real. Cada cual que piense lo que quiera. Sé que últimamente tengo algo abandonado este mi pequeño y querido blog. Prometo enmendarme y alimentarlo adecuadamente en lo sucesivo. Que cuando cumpla dos añitos espero que esté bien crecidito.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Encadenados
Me gustan las películas en blanco y negro. Me gusta Cary Grant. Me gusta Ingrid Bergman. Me gustan las mujeres perdidas que se enamoran de caballeros andantes. Me gustan los caballeros andantes que redimen a las damas perdidas. Me gustan los diálogos sustanciales. Me gustan las películas de espías. Me gustan los besos castos y sin lengua. Me gustan las miradas que atraviesan. Me gustan las mansiones que recuerdan a Manderlay. Me gustan las películas en las que los buenos me caen bien y, además, se salen con la suya. Me gustan los peinados de los años cuarenta. Me gustan las imágenes que hablan sin palabras. Me gustan los finales impactantes. Me gusta el CINE. Y adoro a Hitchcok.
lunes, 1 de diciembre de 2008
César
Sus menudos pechos desafían valientemente a la gravedad y César, por más que lo intenta, no puede dejar de estudiarlos detenidamente. Cuando sus amigos empiezan a hablar de tetas gigantescas y redondas, él les sigue la corriente y finge que también le gustan. De hecho, siempre se lía con tías de bandera: altas y esqueléticas, rubias de bote con raíces negras que ocultan su rostro anodino tras una impenetrable capa de maquillaje y, por supuesto, con tetas enormes a punto de reventar como consecuencia de una sobredosis de silicona. Si no saliera con esa clase de tías la gente no lo entendería y comenzaría a hacerle preguntas incómodas y difíciles de contestar sin incurrir en lo políticamente incorrecto. No le gusta amasar tan magnas ubres, pero lo hace porque es lo que todos esperan de él y César no quiere decepcionar a nadie. Afortunadamente, las barbies siliconadas nunca se quedan a dormir y él puede hacerse una buena paja evocando los diminutos y puntiagudos pechos de Elisa. Le gusta observar cómo cambian de forma y colocación dependiendo del sujetador que ella escoja. Y por más que lo intenta es incapaz de escoger entre las camisetas ajustadas que resaltan la escasez y casi inexistencia de tan maravilloso busto o los jerseys anchos que impiden adivinar el tamaño exacto del fruto de su deseo. Sabe que nunca podrá acariciarlos para comprobar su consistencia, que nunca podrá besarlos para determinar el sabor exacto de los mismos. Porque Elisa no es alta ni baja, ni gorda ni flaca, ni rubia ni morena, porque casi nunca usa maquillaje y desconoce la silicona que otras atesoran tras sus pezones de acero. Porque Elisa pasa desapercibida para todos, menos para César, camuflándose en el paisaje gris que la rodea, minimizando la importancia de unos pechos perfectamente imperfectos, siempre callada en medio de la algarabía general del ambiente universitario.
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