Luna llena.
Festival de hombres lobo.
Balas de plata que no alcanzan su objetivo.
Hemorragias amazónicas.
Sangre roja, sangre azul, sangre añil.
Gotas de hemoglobina que salpican el suelo y empapan las sábanas recién lavadas.
Aullidos de perros que cantan a la luna y que huelen el miedo esquizofrénico de la noche urbana.
Impulsos descontrolados.
Baños de espuma a medianoche.
Beethoven aprehendiendo un rayo plateado en el claro del bosque más frondoso y oscuro de un país de cuento de hadas.
Valses giratorios que marean y embriagan, que aturden y embelesan, que reaniman los corazones paralizados por la escarcha matutina.
Diana esperando a Apolo, buscándolo, soñándolo.
Necesidad de un nuevo eclipse que todo lo nuble.
28 días para cuadrar el círculo.
Lágrimas de nácar, bandejas de oro blanco, espejos tranparentes.
Batallas perdidas y derrotas aceptadas.
Demonios desatados que buscan sangre fresca.
Sangre roja, sangre azul, sangre añil, que todo lo tiñe, que todo lo empapa, que todo lo puede.
2 comentarios:
Joé...es de lo mejor que te he leído, pero da un poquito de miedo.
Bueno, últimamente me paso el día viendo "True blood" y "Dexter". Creo que, aunque quisiera, no podría escribir algo menos inquietante. ;)
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