- Ten cuidado o te quedarás sin corbata.
- No me des la lata con tus recomendaciones baratas.
- Para mí que está encocada.
- Y tú enmonada de un poco de sobrasada.
- No te confundas. Que me muera por volar a Menorca no significa que quiera volver cargada de ensaimadas.
- ¿Te das cuenta de que esto no tiene ningún sentido?
- Sólo para los ignorantes de la vida y los analfabetos que no saben leer abecedarios poéticos.¿Sabes? Me gusta desnudarme delante de ti sin que nadie más se dé cuenta de que me he quitado toda la ropa.
- ¿Es esto un traje nuevo del emperador vuelto del revés?
- Podría ser.
- ¿Sólo tal vez?
- Prefiero los cuentos capicúas.
- Y yo las sopas de letras egipcias.
- Cuidado, se acerca otra moderna de mierda en plena danza epiléptica.
- Ya no se está a salvo de ataques descerebrados ni en el local más indie de toda la ciudad.
- Bueno, a veces viene bien dejar de filosofar y comenzar a actuar.
- Siempre que no sea con una tía pintada como una puerta. Que las manchas de maquillaje son difíciles de quitar.
- Pero las caras lavadas pueden asustar.
- No más que las palabras descarnadas y ya ves que siempre ando pegado a tus metáforadas desmondadas.
- Y yo a tus ironías desmontadas.
- ¿Otra Coca-Cola?
- Sí, por favor. ¡Cuidado! Torpedo a las dos.
- Gracias por el aviso a navegantes. ¿Cambiamos el rumbo?
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