Blog en el que buceo en universos paralelos distantes y distintos encerrados en el centro de un protón del núcleo del átomo de mi existencia.
jueves, 25 de febrero de 2010
Mi canción del día
Escuché esta canción por primera vez el 23 de septiembre de 2009. La podía haber descubierto más de un año antes; pero lo fui dejando, en gran parte porque me daba miedo que El Tiempo no estuviera a la altura de sus anteriores trabajos. Al final, me estrellé con "Despacio" un día en que navegaba erráticamente por youtube y esa noche ya no fui capaz de oír nada más. No voy a ponderar lo que no hace falta ponderar, porque salta a la vista. Sólo diré que, a veces, hay que pasar de consejos y mentiras para llegar a algún lugar interesante acompañado de la persona adecuada. Eso y que, en muchas ocasiones, despacio se llega más deprisa.
Alunar
Me pierdo en la inmensidad de una noche sin luna, agreste y turbia, difuminada por los ojos inexpertos de un bebé recién nacido. El hombre lobo permanece latente en tu pecho y no reclama lo que sabe que le pertenece. Se calla y observa en la distancia, sin atreverse a dar el primer paso, sin iniciar la caza ni el rastreo, sin perseguir lo que ansía, sin rasgar la piel de papel cebolla, sin morder la carne palpitante, sin lamer la sangre que demuestra que hay heridas que no cierran y balas de plata que no aciertan a traspasar del todo el corazón agotado y agostado de una vieja de 15 años. Y yo me pierdo entre las sombras del bosque milenario, buscando una gruta que cobije mi desengaño, clamando al cielo que acelere el ciclo que me rige y resucite mis esperanzas de detener el tren del tiempo y el avión del desaliento.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Reencarnación
Puede que tú no lo sepas, pero todo se escribió hace mucho tiempo, mil años antes de encontrarnos por primera vez, cien siglos antes de nuestro último reencuentro. Lo que no entiendo es por qué decidimos olvidarlo y fingir que todo es fruto del azar o la consecuencia lógica de nuestras libres decisiones y actos. No hay nada que se pueda cambiar. No podemos salirnos del guión; porque, fuera de sus páginas, no hay más que una inmensa NADA, un abismo sin fondo, un gigantesco agujero negro. Sé que no te gusta la prederteminación de nuestras existencias, pero fuimos nosotros quienes escribimos la historia de nuestras futuras vidas, quienes decidimos lo que queríamos hacer, decir, ver, oír, oler, saborear, tocar, incluso sentir o pensar. No es que no tenga sentido quejarse de algo que no puedes cambiar. Es que no es coherente arrepentirte de tus propias decisiones. Nosotros pintamos este cuadro lleno de líneas que se cruzan y descruzan, de rectas que corren en paralelo con la esperanza de encontrarse en algún punto indefinido del infinito, de hilos que se lían y deslían, de brochazos que emborronan un dibujo caligráfico, de luces que iluminan los rincones más oscuros de la escena y de sombras que entristecen los rostros más luminosos. Te vas y ya no corro detrás de ti. Vienes y ya no huyo de ti. Inmóvil, permanezco pétreamente en el centro de la fuente de la eterna juventud y me arrepiento de no ser un pozo de sabiduría o, al menos, ése en el que cayó María. Hay agua en tus requiebros y vino en mis desiertos. Tocaste la diana equivocada y se dispararon todas las alarmas. Suenan himnos y delirios, canciones y obsesiones. Quiero bañarme en tu cintura y ahogarme en tu ternura, pero me quedo flotando en la cima de una duna de la playa color aceituna. Me pliego y repliego ante el empuje de tu ego. Me encojo y recojo ante la bofetada de tu enojo. Te creces y descreces. Me hincho y me deshincho. Te cojo y te arrojo. Me atas y desatas. Me besas y desbesas. Me visto y te desvisto. Ya no hay antónimos que definan a Bécquer, su amada y sus rimas. Sólo restan las leyendas de amores explosivos y la realidad de un sentimiento irracional. Sólo queda la poesía de tu risa y mi utopía. Sólo falta el teatro de la muñeca de trapo y el dibujo de un mirlo blanco encerrado en tu desván. Sé que no lo entenderán, pero hay personas que se pueden enjaular y pájaros que no necesitan volar. Otros se limitan a soñar con tropezar con un buen carcelero que les impida escapar más allá de la frontera sideral. Uno o dos burlarán las medidas de seguridad y se hundirán en el lodazal. O puede que se agarren a un rama y no se rindan sin luchar. Todo está escrito ya. Incluso esta historia sin final. Incluso tu lección magistral. Incluso su discurso inaugural. Todo es circular.
martes, 23 de febrero de 2010
Mi canción del día
Hoy hemos estado hablando de lemures y de si son o no guapos y yo sólo podía acordarme de esta versión de The New Raemon. Mira que odio el catalán, entre otras cosas por decir "agradar" en lugar de "gustar" o "estimar" en lugar de "querer", pero es que esta canción me parece simplemente acojonante.
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M'agradaria ser un lemür,
The New Raemon
lunes, 22 de febrero de 2010
Frigorífico
Noche desapacible y escorada.
Frío irascible y esquinado.
Viento reversible y enconado.
Carne temblante e ilusiones bamboleantes.
Piel cortada y desatada.
Me resbalo en el borde de tu cama y me caigo en tu gélida mirada.
Mil razones para no llamarte y una sola para esperarte.
La lógica de los números no sirve si no quiero terminar de hundirme.
Palabras retenidas el tiempo exacto para no romper el pacto.
Palabras deslizadas en el minuto preciso para anticiparme a tu próximo acto.
Se me acaban las frases sibilinas y me asalta un hambre canina.
Devoraré la escarcha de tu hoguera y asaltaré toda la nevera.
Beberé el hielo del andén y me engancharé al último vagón del tren.
Me caeré antes de que cuente tres y flotaré en tu conspicuo desdén.
La lluvia cesa, la ropa pesa y me escondo debajo de la mesa.
Sé que no saldré ilesa si me convierto en tu presa.
Sé que, tarde o temprano, me tendrás en la palma de tu mano.
Frío irascible y esquinado.
Viento reversible y enconado.
Carne temblante e ilusiones bamboleantes.
Piel cortada y desatada.
Me resbalo en el borde de tu cama y me caigo en tu gélida mirada.
Mil razones para no llamarte y una sola para esperarte.
La lógica de los números no sirve si no quiero terminar de hundirme.
Palabras retenidas el tiempo exacto para no romper el pacto.
Palabras deslizadas en el minuto preciso para anticiparme a tu próximo acto.
Se me acaban las frases sibilinas y me asalta un hambre canina.
Devoraré la escarcha de tu hoguera y asaltaré toda la nevera.
Beberé el hielo del andén y me engancharé al último vagón del tren.
Me caeré antes de que cuente tres y flotaré en tu conspicuo desdén.
La lluvia cesa, la ropa pesa y me escondo debajo de la mesa.
Sé que no saldré ilesa si me convierto en tu presa.
Sé que, tarde o temprano, me tendrás en la palma de tu mano.
jueves, 18 de febrero de 2010
Barrera de coral
Hay una barrera de coral que separa tu camino de mi destino y yo no me atrevo a destruir la roja fortificación. Su belleza me hipnotiza y atonta y acabo alegrándome de que la naturaleza creara este frágil bosque que ni el príncipe Felipe osaría cercenar con su espada. La Bella Durmiente se quedará sin beso que la despierte, soñando que una vez fue una Aurora independiente y desvinculada de cualquier héroe que quisiera rescatarla de la maldición de la bruja despechada. Hay que tener cuidado con las listas de invitados o te encontrarás con un mal de ojo que no se cura en ninguna óptica. Las olas bañan mi muro de las lamentaciones y tu frontera de posibilidades, mientras yo calculo la probabilidad de que un tsunami ahogue tus deseos de esconderte y mi necesidad de huir. Tal vez la teoría de juegos me indique cuál es la carta ganadora, pero yo me quedo con el comodín y con el simpático arlequín.
miércoles, 17 de febrero de 2010
17 de febrero
Hoy es el cumpleaños de Michael Jordan y de Valentino Rossi.
El primero consiguió que me enganchara a la NBA y me demostró, una y otra vez, que el ser humano, cuando se lo propone, no conoce límites. Supongo que casi todo el mundo se quedará con los 63 puntos en el famoso partido de playoffs contra los Celtics de Larry Bird, con los 6 anillos o con los mates desafiando la ley de la gravedad. A mí me conquistó cuando le pasó el balón a Steve Kerr para que se jugara el triple decisivo para ganar su quinto campeonato. El día que Bryant haga algo así admitiré algún tipo de comparación con Dios disfrazado de jugador de baloncesto.
De Valentino es que no sabría qué decir. No me aficioné al motociclismo gracias a él, sino por Pedrosa; pero no me enamoré realmente de las dos ruedas hasta que no descubrí a Rossi. Se ha hablado tanto de él que nada nuevo puedo aportar. Supongo que su adelantamiento a Stoner en pleno Sacacorchos en la temporada 2008 resume perfectamente la esencia de Il Dottore. Él, al contrario que Jordan, no es perfecto, es humano, comete fallos, se equivoca y se cae. Perdió dos campeonatos del mundo seguidos, uno de ellos por una inoportuna caída en la decisiva y última carrera de la temporada en el Ricardo Tormo. Dicen que está viejo, que ya no corre como antes, que le falta motivación y que su sueño es competir en la Fórmula 1. ¡Pamplinas! Si tiene que volver a inventarse un adelantamiento imposible en uno de los sitios más comprometidos de todos los circuitos, lo volverá a hacer. Puede que lo consiga, como en Laguna Seca, o puede que se caiga, como hizo tantas veces en 2008; pero, seamos sinceros, Vale tiene estilo incluso para perder y es que cuando un tío besa el asfalto porque ha intentado pasar a un chaval casi 10 años más joven que él y con una moto técnicamente mejor, ¿a quién no le apetece levantarse de su asiento y gritar ¡olé tus huevos!?
En cualquier caso, hoy es un día grande, paridor de genios, tanto en el deporte como en la vida, de tíos que dan espectáculo casi sin proponérselo, de valientes jugadores de póker capaces de minar la moral del contrario con una sola mirada y media sonrisa, de magos que sacan conejos blancos de sus chisteras sin que seas capaz de adivinar el truco, de tíos únicos e irrepetibles.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
martes, 16 de febrero de 2010
Anochecer
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo calentar el gélido viento que se cuela por las ventanas mal cerradas de mi disfraz.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo calibrar el rifle con las dos balas de cañón que dejaste olvidado sobre mi colchón.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo destrozar tus letras de alquitrán y mis versos de tafetán.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo aceptar que no hay sal suficiente en nuestro mar para cicatrizar mi agujero mortal.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé si vienes o si vas, si renuncias a continuar fingiendo que hay algo más de lo que me puedes dar.
Anochece temprano y tú no estás y yo sueño con consumirme en la llama mortecina de una lámpara de gas.
Anochece temprano y tú no estás y ya no sé si te fuiste o te irás.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo calibrar el rifle con las dos balas de cañón que dejaste olvidado sobre mi colchón.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo destrozar tus letras de alquitrán y mis versos de tafetán.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo aceptar que no hay sal suficiente en nuestro mar para cicatrizar mi agujero mortal.
Anochece temprano y tú no estás y yo no sé si vienes o si vas, si renuncias a continuar fingiendo que hay algo más de lo que me puedes dar.
Anochece temprano y tú no estás y yo sueño con consumirme en la llama mortecina de una lámpara de gas.
Anochece temprano y tú no estás y ya no sé si te fuiste o te irás.
domingo, 14 de febrero de 2010
Mi canción del día
No creo mucho en las tontunas típicas de San Valentín, pero he pensado que, por ser 14 de febrero, estaría bien poner una canción de amor. El problema es que canciones de amor hay muchas. Demasiadas. Por lo que resulta muy difícil escoger sólo una. En un primer momento pensé en "Pefecta" de Luis Ramiro; pero pronto la descarté por resultar excesivamente fácil, demasiado "perfecta", demasiado preocupada por decir justo lo que cualquier mujer querría oír. Inmediatamente después me vino a la cabeza el "Tú,Garfunkel" de The New Raemon. Supongo que esta canción de Ramón Rodríguez sí que resulta perfecta para un día como hoy, pero pronto me di cuenta de que no era la adecuada para este 14 de febrero. Así que, algo desorientada, comencé a dar tumbos por el youtube hasta que "La misma historia" de El Tiempo se me estrelló, por enésima vez, en los tímpanos casi sin darme cuenta. Es ésta una de las canciones de amor (o de desamor, que viene a ser más o menos lo mismo) más bellas que he oído nunca. Una canción de tarde lluviosa y gélida a bordo de un tren destartalado rumbo hacia ninguna parte. Pero, también, una canción de día soleado y cálido en el que todos ríen y son felices mientras tú te sientes gris y mustio, inerte y hueco. Una canción de amor eterno que no puede cristalizar en nada tangible y que debería ser olvidado. Una canción de lluvia interna y solitaria, que ahoga e inunda el corazón. Una canción triste, pero sublime, bella y reconfortante, sincera y hermética, que grita y que calla, que duele y cicatriza, que envuelve y penetra. Mi canción de hoy.
Campo de batalla
- Acepté la evidencia de la derrota, bajé los brazos y precipité la victoria del contrario. Cuando no hay posibilidad alguna de ganar la guerra no tiene sentido continuar tiñendo de sangre el campo de batalla.
- Te equivocas. Morir luchando por aquello en lo que crees siempre es mejor que soportar la deshonra de los vencidos.
- Te equivocas tú. Un vivo siempre puede volver a empuñar la espada que le permita acabar con quien le humilló. Un muerto no tiene más remedio que posponer su venganza hasta que la de negro alcance también a su verdugo.
- Te equivocas. Morir luchando por aquello en lo que crees siempre es mejor que soportar la deshonra de los vencidos.
- Te equivocas tú. Un vivo siempre puede volver a empuñar la espada que le permita acabar con quien le humilló. Un muerto no tiene más remedio que posponer su venganza hasta que la de negro alcance también a su verdugo.
sábado, 13 de febrero de 2010
Mi descubrimiento del día
Hoy he leído en un blog que en la India la gente se casa para esta vida y las 7 siguientes. No sé si será verdad, pero explicaría muchas cosas.
viernes, 12 de febrero de 2010
jueves, 4 de febrero de 2010
Linda
Huele a verde y azul y sabe a amarillo limón, pero Linda no es capaz de ubicar los colores adecuadamente. No los siente ni los retiene. Sólo imagina un crisol de ceras color pastel, machacadas por un niño de dos años y reconstruidas por un pintor estancado en la época rosa de Picasso. Ojalá no fuera daltónica. Para eso, casi mejor ser ciega. Los invidentes, al menos, tienen una excusa para no contestar cuando alguien comete la impertinencia de preguntarles su opinión acerca de tal o cual color. Ella sólo puede fingir que sabe de lo que habla, cuando no tiene ni la menor idea. Ojalá pudiera tocar un arco iris e interiorizar sus diversas tonalidades y matices, pero el clima de Armil es seco y mustio. En realidad, ninguno de sus habitantes ha experimentado el milagro de la lluvia. Puede que ése sea el problema. Una densa capa de polvo invisible nubla perennemente la mirada de Linda y ella ve sin ver lo que tiene que ver. Tres gotas serían suficientes para recuperar la nitidez, pero nadie le ha escupido nunca a los ojos.
miércoles, 3 de febrero de 2010
El nuevo Hamlet
- ¿Uno es lo que lee o lee lo que es?
- No tengo ni idea, pero lo que está claro es que hoy en día muchos no cogen un libro ni por casualidad. Lo que significa que hay millones de personas que no existen.
- No tengo ni idea, pero lo que está claro es que hoy en día muchos no cogen un libro ni por casualidad. Lo que significa que hay millones de personas que no existen.
lunes, 1 de febrero de 2010
Apátrida
- ¿Qué haces si no perteneces a ningún sitio?
- Comprarte una isla desierta y convertirla en tu país.
- Comprarte una isla desierta y convertirla en tu país.
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