Blog en el que buceo en universos paralelos distantes y distintos encerrados en el centro de un protón del núcleo del átomo de mi existencia.
domingo, 31 de agosto de 2008
Misano
El Gran Premio de Motociclismo de Misano ha tenido nombre propio: Valentino Rossi. Nueva victoria del de Tavullia: la 700ª de Italia en todas las cilindradas, la 68ª de Rossi en la categoría reina (superando al grandísimo Agostini) y la primera de Valentino en este trazado. Claro que, una vez más, lo más destacable ha sido la lucha psicológica entre el mejor piloto de todos los tiempos y uno de los innumerables aspirantes a sucederle como rey del motociclismo. Y es que desde que mi querido Sete Gibernau decidiera retirarse no me había reído tanto en una carrera de motos. Lo de Laguna Seca tuvo su gracia: Rossi, como siempre, realizando adelantamientos imposibles y sacando de quicio a Stoner hasta que el australiano acabó yéndose al suelo. Aún así, Casey tuvo el suficiente amor propio como para levantar su moto y conseguir terminar segundo. Lo de Brno, por un pequeño error de cálculo, me lo perdí. Pero lo de hoy...
Stoner con la mano izquierda jodida salía desde la pole y sabía perfectamente que todas sus opciones pasaban por poner tierra de por medio con Valentino. Por su parte, Rossi era consciente de la mayor rapidez de Casey y su estrategia pasaba por no dejar que éste se le escapase. Arranca la carrera, Stoner sale como un auténtico cohete y Valentino se va detrás. De repente, un pequeño susto de la moto del italiano permite a Pedrosa ponerse momentáneamente segundo y Stoner consigue empezar a alejarse de todos sus perseguidores. Rossi, superado el susto, recupera el control de su moto y empieza a acercarse a Dani. Cada vez más cerca, cada vez más cerca, hasta que consigue adelantar a Pedrosa y ponerse segundo. Lorenzo y Elías vienen detrás como dos auténticas exhalaciones. Valentino va a lo suyo. Stoner está ya a tres segundos y amenaza con aumentar la distancia. Rossi comienza a tirar cada vez más fuerte y rueda prácticamente en los mismos tiempos que el australiano. Poco a poco incrementa el ritmo y recorta ligeramente la distancia. La sombra de Valentino es alargada y Stoner empieza a ver fantasmas donde no los hay y termina volviendo a besar el asfalto. Esta vez, al igual que en Brno, tampoco es capaz de continuar en carrera. Y es que la presión psicológica de Valentino desarma a todos sus rivales.
Pedrosa vuelve a tener pequeños problemas con los neumáticos, lo que permite a Lorenzo y Elías adelantarle. Jorge tiene hambre de victoria y pone toda la carne en el asador para intentar pillar a Rossi. No obstante, Valentino, perfectamente consciente de que le sobra con ser segundo, no se conforma con algo que no sea subir a lo más alto del podio y controla perfectamente el resto de la carrera, siempre a dos o tres segundos de distancia del piloto mallorquín, el único capaz de seguir su estela. Rossi gana en su segunda casa, Lorenzo vuelve al podio, Elías se reivindica como piloto de Moto GP y Pedrosa recupera terreno a la espera de cambiar los Michelin por los superiores Bridgestone. Y todos contentos (menos Stoner, claro).
Muy entretenida ha estado también la carrera de 250 cc, la más caliente de los últimos tiempos. Barberá haciendo amigos con Simoncelli y Pasini, que acusan a Héctor de adelantamientos indebidos y dicen que van a presentar una reclamación ante Dirección de Carrera (será que les jode que el blandito haya dejado de serlo y que sufren una amnesia de caballo que les ha hecho olvidar todas las dudosas maniobras que los dos italianos han protagonizado a lo largo de su carrera deportiva). Bautista, entre tanto, a lo suyo, protagonizando una nueva épica remontada, se benefició de la pelea entre los dos italianos y el valenciano y en cuanto tuvo ocasión se colocó primero y siguió tirando hasta el final de la carrera. Aunque, antes de terminar, el siempre simpático Simoncelli nos brindó una bonita caída cuando iba totalmente solo (¿le dirá a la Dirección de Carrera que el pobre Héctor también tuvo la culpa de este incidente?) que le relegó al sexto puesto (¿tuvo envidia de la también bonita anterior caída de Pasini?). Y es que los italianos parecen olvidarse de que hay que hablar a lomos de la moto y no cuando te has caído de ella.
Y en 125 cc poco que decir: dominio de cabo a rabo de Talmacsi, seguido del jovecísimo Smith. Bonita pelea entre Corsi y Di Meglio, saldada con la caída de este último. Abandonos de Pol Espargaró (una pena, porque salía tercero) y Bradl (otra pena, porque venía de ganar en Brno), caída de Olivé en la última vuelta cuando luchaba con Corsi por el tercer puesto y sorpresón con la cuarta posición del también jovencísmo Márquez (este chaval apunta muy buenas maneras).
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