domingo, 18 de enero de 2009

Absurda

Y, aunque tú no lo sepas, estaré aquí esperándote, en medio de ninguna parte, al otro lado del espejo, intentando salvaguardar mi cabeza del despótico ataque de la Reina de Corazones, reconociendo como normales los más absurdos comportamientos de animales parlantes y criaturas fabulosas, recitando poemas sin sentido, barajando naipes vivientes, pintando de rojo rosas blancas, en el País de las Maravillas, de la mano de Alicia, sin ser capaz de distinguir el sueño de la realidad, ni siquiera después de despertar.

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