jueves, 17 de junio de 2010

Tentativa de asesinato

Posas el puñal de tus labios en la oquedad de mi cuello y amenazas con agujerear mi respiración. Mi corazón se convierte en una bomba de relojería, que nos aniquilará en cuanto termine la cuenta atrás y se produzca la gran explosión. Piel de gallina y entrañas expandidas. Uñas adheridas a la ropa casi desprendida. Lenguas retorcidas y miradas perdidas más allá de las negras pupilas. Pasión ahogada y desatada. Noche eterna y olvidada. Minutos que pasan sin pasar, que se estancan e impiden avanzar. Y me preguntas por qué no puede ser y te digo que porque ya fue y se fue. Y te pregunto por qué se acabó y me dices que nunca se terminó.

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