La luna que resplandece en tus pupilas es la misma que pestañea entre mis párpados. La noche huele a metáfora granulada con estrellas fugaces. Los caminos que acortan la distancia que ahora separa nuestros cuerpos se evaporarán al llegar al alba. Corre. Volemos como murciélagos desbocados. Dejemos que nuestros gritos reboten en las paredes de sus jaulas. Quebremos el cristal de la urna bajo la que se marchitan las rosas más salvajes. Deslicemos nuestras lenguas entre los barrotes que aprisionan nuestros labios. Cantemos. Bailemos en la oscuridad, como Björk, como las hadas que nacieron en las tinieblas que envuelven el corazón. Entre el primer y séptimo latido duermen los secretos que me atan a tu voz.
2 comentarios:
me encanta tu blog! Escribes con mucha fuerza y pasión,
Muchas gracias. Me alegro de que te guste. ;)
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