Y hoy unas lecciones prácticas de patinaje sobre hielo o, mejor dicho, de lo que no debes hacer a la hora de patinar sobre hielo:
Sé que es muy cortito, pero espero que os haya resultado instructivo.
Blog en el que buceo en universos paralelos distantes y distintos encerrados en el centro de un protón del núcleo del átomo de mi existencia.
viernes, 29 de febrero de 2008
jueves, 28 de febrero de 2008
Mi vídeo del día
Como todos mis descubrimientos musicales, este vídeo va especialmente dedicado para Amsterdam. ¿Reconoces al prota?
PD: También se lo dedico a Odiolitos que fue quien me descubrió a las hermanas Deal.
PD: También se lo dedico a Odiolitos que fue quien me descubrió a las hermanas Deal.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Isobel
Isobel siempre había huido del amor como de la peste. Una mujer independiente y autosuficiente como ella no deseaba acabar sometida o relegada a un segundo plano por ningún hombre. Además, ya había visto en demasiadas ocasiones los efectos secundarios de las flechas de cupido: mujeres fuertes llorando desconsoladas porque el imbécil de turno las había engañado, abandonado, utilizado o, peor aún, simplemente porque no las había llamado por teléfono. Ella, estaba segura, nunca se encontraría en tan lamentable situación.
A sus 32 años estaba orgullosa de poder gritar a los cuatro vientos que nunca había tenido novio. Es más, nunca había quedado más de diez veces con el mismo hombre. Su vida se asemejaba a la de Samantha, de Sexo en Nueva York: una mujer sexualmente activa y satisfecha, pero sin ningún tipo de atadura emocional.
No obstante, las cosas cambian, incluso aunque nos resistamos a ello con todas nuestras fuerzas. Y lo peor de todo es que, en ocasiones, ni siquiera somos conscientes del peligro, por lo que nos resulta imposible evitarlo.
Cuando Isobel conoció a Marcos ni siquiera pensó en acostarse con él. No es que fuera feo, tampoco guapo, simplemente no era su tipo. Media hora de charla tampoco fue capaz de cautivarla. Pero comenzaron a coincidir en algunos eventos organizados por amigos comunes (bonito eufemismo para designar a una boda) y el hecho de que ambos odiaran el matrimonio y estuvieran solteros y sin compromiso contribuyó a que siempre acabaran charlando largo y tendido.
Hay enfermedades cuyos síntomas son claros e inmediatos. Otras, por el contrario, se manifiestan de manera más sutil y menos evidente. El mal que se apoderó de Isobel pertenecía a este segundo tipo.
Seis meses después de conocerlo, si le hubieran preguntado si estaba enamorada de Marcos, se habría echado a reír. Marcos sólo le caía bien; bueno, muy bien; tenían una misma forma de ver la vida, los mismos gustos musicales, literarios y cinematográficos; algunas aficiones comunes...Pero nada más. Ni siquiera existía ningún tipo de atracción sexual, al menos por su parte.
El problema es que Isobel estaba demasiado segura de su inmunidad al virus del amor, de forma que ni siquiera pensó en vacunarse contra él. Tampoco fue consciente de los primeros síntomas: de cómo se alegraba interiormente al recibir una nueva invitación de boda, por mucha cara de fastidio que pusiera exteriormente; de cómo ansiaba la llegada de la barra libre, para poder disfrutar de sus estimulantes conversaciones con Marcos; de cómo se aburría como una ostra cuando quedaba con cualquier otro hombre; de cómo especulaba acerca de la posiblidad de que otro amigo común pudiera decidir casarse en el corto plazo; de cómo empezó a molestarse cuando veía a Marcos hablar con otra chica; de cómo se fijaba y era capaz de recordar con todo detalle la indumentaria de su "amigo"; de cómo sus fotos preferidas eran aquéllas en las que aparecían juntos...Claro que si Isobel hubiera sido una chica realmente inteligente lo que debería haberla preocupado de verdad era la manera en que un cierto y extraño mareo la embargaba cada vez que Marcos y ella se miraban fijamente a los ojos. Pero el subconsciente es sabio y estos momentos empezaron a ser evitados por Isobel, incluso de manera inconsciente. Aunque fue demasiado tarde.
El amor a primera vista no es demasiado grave. Se marcha con la misma rapidez e ímpetu con los que llega. Pero el amor verdadero, aquél que se gesta a base de pequeños momentos y detalles, ése no es tan fácil de esquivar y mucho menos de obviar.
Así que, cuando Marcos se presentó con pareja oficial en la siguiente boda, Isobel no pudo menos que sospechar que algo raro se estaba gestando en su interior. El estómago se le revolvió, por lo que apenas probó bocado durante toda la comida. Eso sí, bebió un gran número de copas de vino para saciar una increíble sed y para justificar el hecho de que todo empezara a dar vueltas a su alrededor. El vómito fue, sin lugar a dudas, consecuencia directa de un exceso ingente de alcohol; aunque mientras se arrodillaba frente al wáter y expulsaba todo lo que tenía dentro, la imagen de Marcos con aquella estúpida era lo único en que podía pensar. Y siguió teniendo esa imagen clavada en la retina mientras el taxi la conducía hasta su flamante apartamento.
Ni siquiera entonces fue capaz de reconocerlo. Pero cuando entró en su casa, cerró la puerta y un llanto incontrolable se apoderó de todo su ser, incluso ella tuvo que reconocer la verdad, una verdad incómoda, pero cierta, una auténtica hecatombe: ELLA estaba más enamorada de MARCOS que cualquiera de las patéticas enamoradas a las que había conocido a lo largo de su vida.
Y lloró amargamente. Y lloró incluso cuando se quedó sin lágrimas que derramar.
A sus 32 años estaba orgullosa de poder gritar a los cuatro vientos que nunca había tenido novio. Es más, nunca había quedado más de diez veces con el mismo hombre. Su vida se asemejaba a la de Samantha, de Sexo en Nueva York: una mujer sexualmente activa y satisfecha, pero sin ningún tipo de atadura emocional.
No obstante, las cosas cambian, incluso aunque nos resistamos a ello con todas nuestras fuerzas. Y lo peor de todo es que, en ocasiones, ni siquiera somos conscientes del peligro, por lo que nos resulta imposible evitarlo.
Cuando Isobel conoció a Marcos ni siquiera pensó en acostarse con él. No es que fuera feo, tampoco guapo, simplemente no era su tipo. Media hora de charla tampoco fue capaz de cautivarla. Pero comenzaron a coincidir en algunos eventos organizados por amigos comunes (bonito eufemismo para designar a una boda) y el hecho de que ambos odiaran el matrimonio y estuvieran solteros y sin compromiso contribuyó a que siempre acabaran charlando largo y tendido.
Hay enfermedades cuyos síntomas son claros e inmediatos. Otras, por el contrario, se manifiestan de manera más sutil y menos evidente. El mal que se apoderó de Isobel pertenecía a este segundo tipo.
Seis meses después de conocerlo, si le hubieran preguntado si estaba enamorada de Marcos, se habría echado a reír. Marcos sólo le caía bien; bueno, muy bien; tenían una misma forma de ver la vida, los mismos gustos musicales, literarios y cinematográficos; algunas aficiones comunes...Pero nada más. Ni siquiera existía ningún tipo de atracción sexual, al menos por su parte.
El problema es que Isobel estaba demasiado segura de su inmunidad al virus del amor, de forma que ni siquiera pensó en vacunarse contra él. Tampoco fue consciente de los primeros síntomas: de cómo se alegraba interiormente al recibir una nueva invitación de boda, por mucha cara de fastidio que pusiera exteriormente; de cómo ansiaba la llegada de la barra libre, para poder disfrutar de sus estimulantes conversaciones con Marcos; de cómo se aburría como una ostra cuando quedaba con cualquier otro hombre; de cómo especulaba acerca de la posiblidad de que otro amigo común pudiera decidir casarse en el corto plazo; de cómo empezó a molestarse cuando veía a Marcos hablar con otra chica; de cómo se fijaba y era capaz de recordar con todo detalle la indumentaria de su "amigo"; de cómo sus fotos preferidas eran aquéllas en las que aparecían juntos...Claro que si Isobel hubiera sido una chica realmente inteligente lo que debería haberla preocupado de verdad era la manera en que un cierto y extraño mareo la embargaba cada vez que Marcos y ella se miraban fijamente a los ojos. Pero el subconsciente es sabio y estos momentos empezaron a ser evitados por Isobel, incluso de manera inconsciente. Aunque fue demasiado tarde.
El amor a primera vista no es demasiado grave. Se marcha con la misma rapidez e ímpetu con los que llega. Pero el amor verdadero, aquél que se gesta a base de pequeños momentos y detalles, ése no es tan fácil de esquivar y mucho menos de obviar.
Así que, cuando Marcos se presentó con pareja oficial en la siguiente boda, Isobel no pudo menos que sospechar que algo raro se estaba gestando en su interior. El estómago se le revolvió, por lo que apenas probó bocado durante toda la comida. Eso sí, bebió un gran número de copas de vino para saciar una increíble sed y para justificar el hecho de que todo empezara a dar vueltas a su alrededor. El vómito fue, sin lugar a dudas, consecuencia directa de un exceso ingente de alcohol; aunque mientras se arrodillaba frente al wáter y expulsaba todo lo que tenía dentro, la imagen de Marcos con aquella estúpida era lo único en que podía pensar. Y siguió teniendo esa imagen clavada en la retina mientras el taxi la conducía hasta su flamante apartamento.
Ni siquiera entonces fue capaz de reconocerlo. Pero cuando entró en su casa, cerró la puerta y un llanto incontrolable se apoderó de todo su ser, incluso ella tuvo que reconocer la verdad, una verdad incómoda, pero cierta, una auténtica hecatombe: ELLA estaba más enamorada de MARCOS que cualquiera de las patéticas enamoradas a las que había conocido a lo largo de su vida.
Y lloró amargamente. Y lloró incluso cuando se quedó sin lágrimas que derramar.
martes, 26 de febrero de 2008
Leones por corderos
He escuchado algunas críticas que afirman que no se puede decir más en menos tiempo. Me gustaría estar de acuerdo, más que nada porque soy fan del Robert Redford director, pero a lo largo de la escasa hora y media que dura la película no me abandonó la sensación de que es más lo que calla que lo que dice. Sí, las críticas a la sociedad norteamericana, a los políticos y a la humanidad en su conjunto son bastante evidentes; pero, para mi gusto, demasiado contenidas. Seguramente será una apreciación subjetiva que nadie compartirá, pero yo esperaba más, aunque no sepa decir exactamente qué es lo que le falta.
Tres historias para contar una misma historia. Cinco puntos de vista diferentes sobre una misma realidad y, aún así, cuando acaba la película resulta prácticamente imposible resolver la problemática planteada. El sinsetido del mundo actual se apodera del espectador y únicamente el escepticismo inicial de un estudiante universitario ofrece algo de cordura. Un mundo que hay que cambiar, pero que resulta imposible modificar. Verdades incómodas expuestas por un profesor universitario que intenta convencerse a sí mismo de que todavía es posible hacer algo. Dos jóvenes soldados con firmes convicciones capaces de dar la vida por algo que no merece la pena. Un cínico político que, como todos los políticos, intenta manipular la opinión pública a través de la prensa. Una periodista con principios que no está dispuesta a ser embaucada por segunda vez.
Y aún así sigo pensando que este tipo de películas no sirven para nada, puesto que es lo que callan lo único que deberían gritar.
viernes, 22 de febrero de 2008
Algunas frases de Woody Allen
Admiro profundamente a Woody Allen, aunque no sepa muy bien por qué. O mejor dicho, no sé qué es lo que más admiro de él: si que haya convertido sus problemas psiquiátricos en auténticas obras de arte, si que fuera capaz de reinventarse a sí mismo con Match Point, si que haya sido capaz de seducir a mujeres guapísimas (en realidad me admira que haya sido capaz de seducir a cualquier mujer, incuso aunque fuera fea) o que sea capaz de hacer y decir lo que le da la real gana independientemente de lo que la gente piense al respecto.
En fin, que esto no es una oda a Woody Allen, sino un pequeño recopilatorio de algunas de sus mejores frases que he pillado por casualidad y que no me resisto a copiar:
- "Mi cerebro es mi segundo órgano favorito".
- "¿Es sucio el sexo? Únicamente si se hace bien". (Sin duda, mi frase favorita).
- "Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto, todos los hombres son Sócrates. Lo que significa que todos los hombres son homosexuales".
- "El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores".
- "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia".
En fin, que esto no es una oda a Woody Allen, sino un pequeño recopilatorio de algunas de sus mejores frases que he pillado por casualidad y que no me resisto a copiar:
- "Mi cerebro es mi segundo órgano favorito".
- "¿Es sucio el sexo? Únicamente si se hace bien". (Sin duda, mi frase favorita).
- "Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto, todos los hombres son Sócrates. Lo que significa que todos los hombres son homosexuales".
- "El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores".
- "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia".
miércoles, 20 de febrero de 2008
Canciones despechadas I
Me gustan las canciones de amor, pero más aún las canciones de desamor, sobre todo, cuando están escritas por mujeres despechadas, como ocurre en este caso.
martes, 19 de febrero de 2008
Hechizo lunar
La luna se refleja en tu rostro.
Los grillos constituyen la banda sonora perfecta de un momento mágico que jamás se repetirá.
Inclinas ligeramente la cabeza y te aproximas lentamente hacia mí.
El tiempo se detiene, los segundos se alargan, mientras deseo que pase lo que nunca ha pasado y que no suceda lo que debería suceder.
Tus labios rozan ligeramente los míos.
Mi corazón se acelera, tratando de huir de la cárcel de mi pecho.
Y mientras nuestras bocas se unen y nuestras lenguas se buscan ansiosamente, sólo puedo pensar en que mañana no estarás.
Y quiero levantarme y echar a correr antes de que sea demasiado tarde, antes de quedarme atrapada en tus caricias, antes de que sea incapaz de olvidar cómo se vive sin ti, antes de que nunca te olvide, antes de amarte para siempre.
Pero el hechizo lunar hace su efecto y consigue anular mi voluntad.
La razón cede ante el empuje de la sinrazón y cuando quiero darme cuenta es demasiado tarde.
Y me culpo a mí por no huir cuando todavía existía la posibilidad.
Y te culpo a ti por acercarte demasiado tarde y por alejarte demasiado pronto.
Y cuando te despides, a duras penas logro contener las lágrimas.
El nudo en mi garganta amenaza con explotar.
Y el llanto fluye por mis mejillas justo cuando te das la vuelta para marcharte hacia esa otra vida que te espera, aquélla de la que yo no formaré parte, aquélla que no me corresponde.
Y contemplo la luna llena.
Y le pido consejo a Selene.
Pero ella calla y no responde.
El silencio envuelve la noche.
El viento refresca mi húmeda cara.
Me gustaría aprender a volar, alejarme del suelo, perderme en el cielo.
Pero mis pies hace tiempo que echaron raíces.
Seguiré soñando con lo imposible.
Seguiré buscando lo inalcanzable.
Continuaré asida a tu recuerdo.
¿Acaso importa?
Los grillos constituyen la banda sonora perfecta de un momento mágico que jamás se repetirá.
Inclinas ligeramente la cabeza y te aproximas lentamente hacia mí.
El tiempo se detiene, los segundos se alargan, mientras deseo que pase lo que nunca ha pasado y que no suceda lo que debería suceder.
Tus labios rozan ligeramente los míos.
Mi corazón se acelera, tratando de huir de la cárcel de mi pecho.
Y mientras nuestras bocas se unen y nuestras lenguas se buscan ansiosamente, sólo puedo pensar en que mañana no estarás.
Y quiero levantarme y echar a correr antes de que sea demasiado tarde, antes de quedarme atrapada en tus caricias, antes de que sea incapaz de olvidar cómo se vive sin ti, antes de que nunca te olvide, antes de amarte para siempre.
Pero el hechizo lunar hace su efecto y consigue anular mi voluntad.
La razón cede ante el empuje de la sinrazón y cuando quiero darme cuenta es demasiado tarde.
Y me culpo a mí por no huir cuando todavía existía la posibilidad.
Y te culpo a ti por acercarte demasiado tarde y por alejarte demasiado pronto.
Y cuando te despides, a duras penas logro contener las lágrimas.
El nudo en mi garganta amenaza con explotar.
Y el llanto fluye por mis mejillas justo cuando te das la vuelta para marcharte hacia esa otra vida que te espera, aquélla de la que yo no formaré parte, aquélla que no me corresponde.
Y contemplo la luna llena.
Y le pido consejo a Selene.
Pero ella calla y no responde.
El silencio envuelve la noche.
El viento refresca mi húmeda cara.
Me gustaría aprender a volar, alejarme del suelo, perderme en el cielo.
Pero mis pies hace tiempo que echaron raíces.
Seguiré soñando con lo imposible.
Seguiré buscando lo inalcanzable.
Continuaré asida a tu recuerdo.
¿Acaso importa?
sábado, 16 de febrero de 2008
Trabajando
Hay personas a las que les encanta su trabajo y a las que admiro profundamente por ello.
También hay personas que odian su trabajo y que no tienen ningún tipo de inconveniente en reconocerlo abiertamente y a las que también admiro por su sinceridad y honestidad.
Y luego están aquéllos que te venden la moto de que su trabajo es maravilloso, el mejor del mundo, que se pasan el día hablando de lo que hacen y de lo mucho que disfrutan haciéndolo...hasta que cambian de curro. Entonces se produce la gran metamorfosis: lo que antes adoraban ahora se convierte en el peor trabajo del mundo, el más aburrido, con un sueldo paupérrimo, una organización pésima y gran explotación laboral de los trabajadores por parte de sus jefes. Afortunadamente, ellos han sido listos y, gracias a su gran valía personal, han encontrado rápidamente un trabajo que sí que merece la pena, que es maravilloso, el mejor del mundo...hasta que otra vez vuelvan a cambiar de curro. Desgraciadamente este tipo de personas son las más abundantes y las que me sacan de quicio. ¿Cuánto tiempo habré perdido oyendo las alabanzas de un trabajo que varios meses después era denostado por la misma persona? No me gusta que me vendan motos que no corren. Es más, no me gusta hablar de trabajo o, al menos, no me gusta hablar del mío.
También hay personas que odian su trabajo y que no tienen ningún tipo de inconveniente en reconocerlo abiertamente y a las que también admiro por su sinceridad y honestidad.
Y luego están aquéllos que te venden la moto de que su trabajo es maravilloso, el mejor del mundo, que se pasan el día hablando de lo que hacen y de lo mucho que disfrutan haciéndolo...hasta que cambian de curro. Entonces se produce la gran metamorfosis: lo que antes adoraban ahora se convierte en el peor trabajo del mundo, el más aburrido, con un sueldo paupérrimo, una organización pésima y gran explotación laboral de los trabajadores por parte de sus jefes. Afortunadamente, ellos han sido listos y, gracias a su gran valía personal, han encontrado rápidamente un trabajo que sí que merece la pena, que es maravilloso, el mejor del mundo...hasta que otra vez vuelvan a cambiar de curro. Desgraciadamente este tipo de personas son las más abundantes y las que me sacan de quicio. ¿Cuánto tiempo habré perdido oyendo las alabanzas de un trabajo que varios meses después era denostado por la misma persona? No me gusta que me vendan motos que no corren. Es más, no me gusta hablar de trabajo o, al menos, no me gusta hablar del mío.
Mi canción del día
Después de haber visto la peli ayer y de la recomendación de Amsterdam, mi canción del día no podía ser otra más que ésta:
jueves, 14 de febrero de 2008
El sueño de una noche de verano
Camino descalza por la vereda que conduce hasta tu casa.
Persigo sin tregua el sueño de una noche de verano.
Tu imagen clavada en mi retina.
Tu voz resonando en mis oídos.
Tu aliento rozando mi cuello.
Tus manos asidas a mi cintura.
TÚ, sólo TÚ, nada más que TÚ.
Y un gran vacío entre mis ensueños y la realidad.
Una enorme nada rellenando los huecos de mi memoria.
Te busco y no te encuentro.
Me revuelvo entre las sábanas intentando no despertar.
Pero Morfeo huye de mis brazos.
Y la fantasía se aleja de mi cabeza.
Quiero seguir soñando con la tórrida noche de aquel lejano verano.
Persigo sin tregua el sueño de una noche de verano.
Tu imagen clavada en mi retina.
Tu voz resonando en mis oídos.
Tu aliento rozando mi cuello.
Tus manos asidas a mi cintura.
TÚ, sólo TÚ, nada más que TÚ.
Y un gran vacío entre mis ensueños y la realidad.
Una enorme nada rellenando los huecos de mi memoria.
Te busco y no te encuentro.
Me revuelvo entre las sábanas intentando no despertar.
Pero Morfeo huye de mis brazos.
Y la fantasía se aleja de mi cabeza.
Quiero seguir soñando con la tórrida noche de aquel lejano verano.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Una gran verdad (especial San Valentín)
"Probablemente no nace el amor sino al nacer los celos; son los celos los que nos revelan el amor. Por muy enamorada que esté una mujer de un hombre, o un hombre de una mujer, no se dan cuenta de que lo están, no se dicen a sí mismos que lo están, es decir, no se enamoran de veras sino cuando él ve que ella mira a otro hombre o ella le ve a él mirar a otra mujer en el mundo".
Unamuno dixit.
Unamuno dixit.
martes, 12 de febrero de 2008
Honey
Típica película de Antena 3 a las cuatro de la tarde, incluso dentro de este género resulta insulsa, excesivamente predecible y, decididamente, nada realista.
¿El argumento? No podía ser más simple: chica de suburbio que pretende convertirse en una diva del baile conoce, por casualidad, a un gran productor que la introduce en el mundillo del espectáculo. Desgraciadamente, la dulce e inocente chica pronto descubre que no es oro todo lo que reluce y como no está dispuesta a renunciar a sus intachables principios para triunfar decide volver a sus orígenes y renunciar a su sueño. Por supuesto, ya que ella ha decidido consagrar sus dotes de bailarina y coreógrafa para sacar de la calle a los niños de su barrio y, tal como nos indica la ley del karma, toda buena acción tiene su recompensa, Honey finalmente superará todos los obstáculos y alcanzará el éxito.
Siento si le he destripado el final a alguien, pero después de quince minutos ya sabes todo lo que va a pasar. Ni siquiera las coreografías valen la pena. Así que, a menos que os vuelva locos la Alba y queráis ver cómo luce palmito, pasad de verla e invertid vuestro tiempo libre en cosas más productivas.
Violencia de género III
Y hoy una gran canción para ilustrar el tema con el que inauguré este blog:
PD: Grandísimo descubrimiento el de Marcos del Valle.
PD: Grandísimo descubrimiento el de Marcos del Valle.
Etiquetas:
Detrás,
Marcos del Valle,
Violencia de género
domingo, 10 de febrero de 2008
Divagación
Esperando la respuesta a una pregunta no formulada, navego en un mar de insondables dudas.
Luchando contra el viento, acabo recorriendo las sendas trazadas por el destino.
Busco señales en medio del laberinto sin salida que me rodea.
Me pierdo sin remedio y renuncio a escapar.
Atrapada en mí misma trato de recordar cómo llegué hasta aquí.
El surrealismo es la respuesta, ya lo sabía Dalí.
Luchando contra el viento, acabo recorriendo las sendas trazadas por el destino.
Busco señales en medio del laberinto sin salida que me rodea.
Me pierdo sin remedio y renuncio a escapar.
Atrapada en mí misma trato de recordar cómo llegué hasta aquí.
El surrealismo es la respuesta, ya lo sabía Dalí.
sábado, 9 de febrero de 2008
Canciones insoportables I
A la chavalina esta no la soporto: odio su imagen, odio su rollo, odio su música y odio sus letras. Hasta su nombre me parece patético.
En definitiva, canción insoportable donde las haya.
En definitiva, canción insoportable donde las haya.
Un poco de política
En plena campaña electoral creo que no viene mal un poco de política, sobre todo cuando siento la enorme necesidad de pedir disculpas a todos los votantes del PSOE a los que he calificado de gilipollas perdidos por votar a este maravilloso partido. Sí, siempre estoy criticando a los socialistas, en general, y al gobierno de Zapatero, en particular, básicamente porque me parecen unos incongruentes: se dicen de izquierdas, pero viven como gente de derechas; critican la dictadura franquista y al mismo tiempo coartan constantemente la libertad de expresión de ciertos sectores sociales (los más conservadores y religiosos) y de ciertos medios de comunicación (el ataque constante a la COPE es equivalente al que sufre el gobierno por parte de la cadena episcopal); y luego está el reconocimiento del matrimonio homosexual y la política pro-aborto que tanto me estomagan; y Solbes diciendo que el problema de la economía española son las propinas y que no sabemos lo que vale un euro; sin olvidar la denigrante discriminación positiva en favor de la mujer; y el carnet por puntos, que iba a acabar con todos los accidentes de tráfico; y la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que iba a eliminar de raíz esta lacra social; y la política de "dejemos que vengan todos los inmigrantes que quieran y a los ilegales los legalizamos porque nos da la gana"; y tantas y tantas otras cosas que siempre he criticado y que creía que siempre criticaría.
Pues bien, hoy debo retractarme de todas mis críticas anteriores y pedir disculpas a todos los socialistas, en general, y a Zapatero, en particular, porque por fin han empezado a actuar de manera consistente y congruente. Resulta que no es que sean de derechas, sino que lo que quieren implantar es un sistema de economía planificada al más puro estilo marxista-leninista. La verdad es que debí sospecharlo con lo de Educación para la Ciudadanía; asignatura fundamental en todo sistema de economía planificada, pues es vital enseñar a la juventud española qué y cómo debe pensar e incluso qué tendencias sexuales hay que tener (ser heterosexual no puede ser bueno y si sientes cierta inclinación por el sexo opuesto, prueba antes con los de tu mismo sexo, que seguro que te resulta mucho más placentero). Pero no, estuve bastante tonta y pensé que lo que querían era imitar a Franco y lavar el cerebro a los chavalines sin criterio propio. Afortunadamente lo del ministro de sanidad y su plan para unificar las tallas de las mujeres, encasillándolas en tipos morfológicos predeterminados, ha conseguido abrirme los ojos; y no sólo eso, ahora estoy mucho más tranquila, pues ya sé cuál será el próximo paso: planificar la vida laboral de las personas, como ya se ha hecho anteriormente en todos los países del Este europeo, de manera que cada uno tendrá que trabajar en aquéllo que le digan y no en aquéllo que le guste.
Así que felicito encarecidamente a nuestro presidente del gobierno por ser más comunista que IU y le recomiendo encarecidamente la lectura de un libro realmente instructivo en este sentido: "La primavera de Praga" de Miguel Delibes (eso sí, quizá la cosa requiera un esfuerzo intelectual excesivo para el pobre Zapatero, ya que el libro habla de la salida del comunismo y, en el caso español, se trataría de hacer justamente lo contrario: instaurar una economía perfectamente planificada; pero bueno, Rubalcaba y Fernández de la Vega seguro que lo pillan enseguida y realizan una adecuada aplicación del libro al modelo que pretenden instaurar).
¡Abajo la libertad!¡Viva la economía planificada!
Pues bien, hoy debo retractarme de todas mis críticas anteriores y pedir disculpas a todos los socialistas, en general, y a Zapatero, en particular, porque por fin han empezado a actuar de manera consistente y congruente. Resulta que no es que sean de derechas, sino que lo que quieren implantar es un sistema de economía planificada al más puro estilo marxista-leninista. La verdad es que debí sospecharlo con lo de Educación para la Ciudadanía; asignatura fundamental en todo sistema de economía planificada, pues es vital enseñar a la juventud española qué y cómo debe pensar e incluso qué tendencias sexuales hay que tener (ser heterosexual no puede ser bueno y si sientes cierta inclinación por el sexo opuesto, prueba antes con los de tu mismo sexo, que seguro que te resulta mucho más placentero). Pero no, estuve bastante tonta y pensé que lo que querían era imitar a Franco y lavar el cerebro a los chavalines sin criterio propio. Afortunadamente lo del ministro de sanidad y su plan para unificar las tallas de las mujeres, encasillándolas en tipos morfológicos predeterminados, ha conseguido abrirme los ojos; y no sólo eso, ahora estoy mucho más tranquila, pues ya sé cuál será el próximo paso: planificar la vida laboral de las personas, como ya se ha hecho anteriormente en todos los países del Este europeo, de manera que cada uno tendrá que trabajar en aquéllo que le digan y no en aquéllo que le guste.
Así que felicito encarecidamente a nuestro presidente del gobierno por ser más comunista que IU y le recomiendo encarecidamente la lectura de un libro realmente instructivo en este sentido: "La primavera de Praga" de Miguel Delibes (eso sí, quizá la cosa requiera un esfuerzo intelectual excesivo para el pobre Zapatero, ya que el libro habla de la salida del comunismo y, en el caso español, se trataría de hacer justamente lo contrario: instaurar una economía perfectamente planificada; pero bueno, Rubalcaba y Fernández de la Vega seguro que lo pillan enseguida y realizan una adecuada aplicación del libro al modelo que pretenden instaurar).
¡Abajo la libertad!¡Viva la economía planificada!
viernes, 1 de febrero de 2008
Viajando
Tengo ganas de viajar, de coger el coche y recorrerme media Europa, de pillar un avión y cruzar el Atlántico, de meterme en el primer tren que pase por Atocha y descubrir hasta dónde me lleva, de recorrer con mi bici la Vía verde y las calles de Viena, de hacer un crucero por las islas griegas, de salir de Madrid, de descubrir otra ciudad en la que también me apetezca vivir o a la que al menos quiera regresar, quiero montarme en la noria de Londres, quiero hacer el interrail por Alemania, Francia e Italia, quiero cenar en Il Piedone y tomarme un helado en la Piazza de Santa Maria La Maggiore, quiero navegar por los canales de Brujas, quiero perderme en La Gomera, quiero visitar las cuevas de Nerja, quiero bañarme en Cala Macarella, quiero tomarme unas Fish & Chips tirada en la playa de Brighton, quiero subir andando a la Torre Eiffel, quiero empaparme en las Cataratas del Niágara, quiero derretirme de calor junto al obelisco inacabado...quiero volver a todos los sitios que ya conozco y descubrir todos los que me quedan por conocer.
De momento me conformaré con FITUR.
De momento me conformaré con FITUR.
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