Z4.0 y H2.3 eran dos jóvenes alienígenas que vivían en una galaxia muy lejana. Tenían 450 años, es decir, el equivalente a 25 años terrestres.
Cuando llegaron las vacaciones, ambos, que ya habían visto los lugares más interesantes de su planeta, decidieron viajar a otra galaxia en busca de cosas y emociones nuevas, que nunca hubieran visto o experimentado.
No tenían ni idea de qué sitio podían visitar; así que decidieron ir a la biblioteca cósmica. Tras leer muchos libros encontraron uno titulado “El planeta verde y azul”. Intrigados por el título, comenzaron a leerlo. Hablaba sobre la Tierra en el s. XVI de la Era Cristiana. Era descrita como un planeta maravilloso plagado de bellos y frondosos bosques (llenos de altos árboles) recorridos por ríos de agua pura y cristalina.
Fascinados por las maravillas descritas en este libro, totalmente desconocidas para ellos, ya que su planeta carecía de agua o vegetación, decidieron ir de vacaciones a este planeta.
Tras comprar algunos mapas interestelares y algunas otras cosas que podrían necesitar, salieron de viaje. Lo primero que hicieron al llegar a la Tierra fue tomar la apariencia de sus habitantes, llamados seres humanos. Después comenzaron a buscar los frondosos bosques y los ríos de agua cristalina.
Habían aterrizado en la ciudad de Nueva York, así que lo primero que vieron fue una gran cantidad de altísimos elementos. Aunque no eran verdes, podía tratarse de los árboles descritos en su libro. Pero, como no estaban seguros, decidieron preguntar a un transeúnte; que se echó a reír y les respondió que no, que aquellos edificios tan altos se llamaban rascacielos. Entonces le preguntaron que dónde estaba el bosque más cercano. Tras una nueva risotada les respondió que, aunque Nueva York puede considerarse una jungla, no hay ningún bosque en ella. También le preguntaron por los ríos, pero su respuesta volvió a ser negativa.
Z4.0 y H2.3 buscaron bosques y ríos durante todo el día, pero lo único que encontraron fue una gran cantidad de agua sucia, llamada mar, y unos cuantos árboles, que los humanos llamaban Central Park.
Por la noche, cansados y bastante desilusionados, decidieron volver a su planeta, a pesar de que habían planeado pasar dos semanas en la Tierra.
“El planeta verde y azul” debía de ser un libro de ciencia-ficción; aunque en la biblioteca cósmica se encontraba clasificado en el apartado de libros de viajes.
2 comentarios:
Lee "Sin noticias de Gurb" de Eduardo Mendoza, no es Nueva York, pero Barcelona también puede ser algo muy exotico...
Me lo he leído dos veces y la verdad es que me encanta. Eso sí, "El planeta verde y azul" lo escribí cuando estaba en el cole, antes de leer "Sin noticias de Gurb", y luego lo retoqué en el instituto.
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