domingo, 30 de marzo de 2008

Marta

En un rincón apartado de su pequeño apartamento, Marta encontró el pendiente perdido. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? Mejor no pensar en ello. Normalmente éste habría sido un acontecimiento feliz, pero ese día Marta estaba triste y sólo quería llorar. Finalmente, después de dos años y tres meses de relación, él había acabado dejándola. ¿Por qué las amantes nunca ganaban, ni siquiera en la ficción? Se sentó en su sillón preferido y, mientras jugueteaba con el pendiente, trató sin éxito de recordar una película, un libro o una canción en los que la amante saliera triunfadora. Sí, había veces en que el marido abandonaba a su esposa; pero, incluso entonces, ella seguía siendo la mala para los hijos legítimos y para la sociedad, la intrusa, la zorra, la guarra, la rompematrimonios, la esposa de segunda...como su admirada Ana Bolena.

2 comentarios:

Caramelo dijo...

Las amantes a veces si ganan, lo importante es no perder nunca la cabeza... Un bloody mary para ti.

moonriver dijo...

Ja,Ja,Ja. Muy bueno lo de no perder nunca la cabeza y lo del bloody Mary.