jueves, 4 de abril de 2013

Esta tierra es mía

Ya no tengo miedo de volver al arroyo. No me importa tener que colar el barro para destilar un par de gotas de agua. Me da igual que se me resquebrajen los labios, dormir en el suelo arropada por una incipiente hipotermia o que se me hinche la tripa, llena de una inconmensurable nada. No tengo miedo. No me importa. Me da igual. Si me quitas lo poco que poseo, no me verás llorar. Pase lo que pase sobreviviré. ¿De verdad piensas que puedes vencer? Antes de lo que imaginas te pisotearé con mis sucios y famélicos pies.

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