domingo, 10 de enero de 2010

Sonia

"Para entender cómo se podría formar un agujero negro, tenemos que tener ciertos conocimientos acerca del ciclo vital de una estrella. Una estrella se forma cuando una gran cantidad de gas, principalmente hidrógeno, comienza a colapsar sobre sí mismo debido a su atracción gravitatoria. Conforme se contrae, sus átomos comienzan a colisionar entre sí, cada vez con mayor frecuencia y a mayores velocidades: el gas se calienta. Con el tiempo, el gas estará tan caliente que cuando los átomos de hidrógeno choquen ya no saldrán rebotados, sino que se fundirán formando helio. El calor desprendido por la reacción, que es como una explosión controlada de una bomba de hidrógeno, hace que la estrella brille. Este calor adicional también aumenta la presión del gas hasta que ésta es suficiente para equilibrar la atracción gravitatoria, y el gas deja de contraerse. Se parece en cierta medida a un globo. Existe un equilibrio entre la presión del aire de dentro, que trata de hacer que el globo se hinche, y la tensión de la goma, que trata de disminuir el tamaño del globo. Las estrellas permanecerán estables en esta forma por un largo período, con el calor de las reacciones nucleares equilibrando la atracción gravitatoria. Finalmente, sin embargo, la estrella consumirá todo su hidrógeno y los otros combustibles nucleares. Paradójicamente, cuanto más combustible posee una estrella al principio, más pronto se le acaba. Esto se debe a que cuanto más masiva es la estrella, más caliente tiene que estar para contrarrestar la atracción gravitatoria, y, cuanto más caliente está, más rápidamente utiliza su combustible".

Aterrorizada, Sonia cierra el libro y lo esconde debajo de un cojín. No piensa volver a leer a Hawking. No se está produciendo ningún tipo de explosión nuclear en su interior, cuando se mira en el espejo no irradia ningún tipo de luz y, desde luego, no está caliente en absoluto. Lo del autobús no fue nada. Sólo una atracción física pasajera producto de sus descontroladas hormonas. No obstante, no puede evitar preguntarse cuánto combustible existe en su interior y cuánto tardará en agotarse antes de que comience la contracción que la convertirá en un agujero negro. La clave está en que no aumente la temperatura. Y todo irá bien si no vuelve a cruzarse con el eléctrico desconocido.

Lástima que las fuerzas gravitatorias los atraigan irremisiblemente, aunque ninguno lo sepa. El universo es así de cruel y se divierte aniquilando estrellas.

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