Entro en mi cuarto y cierro la puerta.
Trepo sigilosamente hasta mi cama y me acuesto.
Cierro los ojos, pero no logro dormirme.
A la derecha, a la izquierda, boca abajo y boca arriba: ninguna postura consigue satisfacerme.
Abro los ojos y miro al techo.
Puede que no sean tan bonitas como las de verdad, pero también brillan en la oscuridad.
Me concentro en ellas y empiezo a soñar con cielos negros plagados de estrellas rutilantes.
Cierro los ojos, pero las sigo viendo y, por fin, Morfeo decide visitarme.
Sólo veo estrellas.
Ellas alumbran mis sueños.
1 comentario:
Yo tambien tengo que visualizar imagenes para poder dormirme...feliz lunes
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