Si la quieres a ella, no me lo digas. Finge que no es así. Engáñame a mí y engáñate a ti. Demasiado tiempo juntos para renunciar al ruido de tus pisadas al marchar a trabajar. Demasiadas horas muertas esperando una petición de mano que ni viene ni vendrá. Demasiados minutos suicidados con el veneno de quien se sabe más importante entre todos los insignificantes. Demasiados segundos ahorcados con el alambre de tus promesas incumplidas. No tires todo por la borda. No arrojes nuestro amor al wáter y aprietes el botón de la cadena. No soporto esta insulsa obra de teatro. Te pido que actúes y te limitas a recitar la verdad. Ni siquiera Hamlet escupía a la cara tantos pedazos de realidad. Quédatela. Fóllatela. Reviéntala. Úsala. Tírala. Cuando me eches de menos, ella ya no estará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario