Impulsos. Impulsos que te dominan, que te obligan a hacer cosas que no debieras, que no tienen sentido ni razón de ser, pero que adquieren entidad casi tres años después de su perpetración. Voces. Voces que te hablan en sueños. También cuando estás despierta. Que te explican la lógica divina que encierran tus actos obsesivos compulsivos y las aparentes casualidades que te han traído hasta aquí. Poco a poco armas el puzle en 3D. Dicen que todos tenemos un don. El tuyo es abandonarte a los designios de tus manos, no impedir la realización de sus deseos, borrando el culpable rastro del arrepentimiento. Paulo Coelho se equivoca. El universo sólo ayuda a quienes aceptan sus caprichos y confían en la sabiduría de sus planes más ocultos, a quienes saltan sin red ni chaleco salvavidas, a quienes, cuando no nadan, vuelan.
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