martes, 22 de enero de 2013

El móvil (IX)

El diagnóstico no es claro. La causa más oscura aún. Muchos médicos, múltiples exámenes, innumerables pruebas, una única conclusión. Su hijo es un peligro para sí mismo y para los demás, debe permanecer ingresado en un centro psiquiátrico. Camisa de fuerza, electro shocks y pastillas que anulan la voluntad y hacen que se caiga la baba. Su hijo ya no es su hijo. Su hijo le da miedo. No quiere verlo. Así que deja que lo encierren, que lo aten, que lo electrocuten y que lo droguen. Eso sí, todo en un centro privado. Cuanto más elevada sea la factura que pague más aliviada estará su conciencia.
 
El diagnóstico no es claro. La causa más oscura aún. Muchos médicos, múltiples exámenes, innumerables pruebas, una única conclusión. Su hija sufre algún tipo de catatonía, debe permanecer ingresada en un centro especializado donde pueda ser debidamente vigilada y atendida. Sólo así podrá superar la crisis. Nadie le asegura que lo haga. Su hija ya no es su hija. Ese cuerpo sin vida que aún respira le da pena. No quiere verlo. Así que deja que otros lo custodien, que lo vigilen y atiendan. Eso sí, en un centro privado. Cuanto más elevada sea la factura que pague más aliviada estará su conciencia.

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