lunes, 1 de noviembre de 2010

Zumbidos

Insectos invisibles zumban en mis oídos y yo trato de matarlos a ciegas antes de que me revienten los tímpanos. Me acuerdo de ti y de mí y de la noche en que no caí y un mosquito jurásico al que no consigo ver me chupa medio litro de sangre emponzoñada con palabras envenenadas. El viento golpea mi ventana y me avisa de la llegada del otoño sin patriarca y yo sólo quiero oír el crujir de las hojas amarillas al terminar de morir pisoteadas por mis botas militares. Sus agónicos gritos suplicantes acallarán los demás zumbidos que me rodean y, por fin, podré cerrar los ojos y fingir que nunca te conocí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo una cruz. Mi cruz es haber tenido curiosidad por casi todo, haber querido vivirlo casi todo, y no poder olvidar. Y mi conciencia, en ocasiones, zumba tanto como esos mosquitos.

moonriver dijo...

Querer vivir no es ninguna cruz, sino más bien todo lo contrario. Ahora bien, si la conciencia zumba hay que detenerse a escucharla para ver si lo hace con o sin motivo.