lunes, 14 de marzo de 2011

Diluvio de carnaval

Llueve y duele. Duele y llueve. Pero tú no te das cuenta y yo me callo las ganas de tiritar bajo la ducha de agua helada. Es difícil predecir la verdad, pero mucho más complicado explicar la génesis de la mentira. El silencio de las gotas sobre el cristal insonorizado. El estruendo de dos lágrimas hiperbólicas arañando la piel de las mejillas. Se van los invitados a los que nunca quise invitar y yo salgo a la calle sin paraguas que me proteja de las inclemencias meteorológicas. Se me encharcará el corazón antes de rozar tu voz y se me inundarán las entrañas con tus gritos reprimidos. Ven y susúrrame al oído algo divertido que nunca haya ocurrido. Ven y convénceme de que merece la pena ver amanecer. De lo contrario me acostaré dentro de otra piel y pereceré de falta de amor y con algo de sed.

2 comentarios:

Yeamon Kemp dijo...

Me he acordado hoy de que leí esto hace unos días. Y es que me viene que ni pintado.

Tanto, que tengo una sensación confusa de si me gusta o me molesta...

Gracias, de una u otra forma.

moonriver dijo...

Creo que me acabas de hacer el mayor elogio que se puede hacer a un escritor. Así que muchas gracias, aunque preferiría que se tratara de un texto más alegre. Espero que pronto deje de llover y salga el sol.