miércoles, 14 de noviembre de 2012

14-N

14-N. Huelga general. Un país paralizado. Vaya novedad. España lleva más de tres siglos paralizada, tan concentrada en mirarse el ombligo, que aún no se ha dado cuenta de que ya no tenemos ningún imperio por el que levantar la cabeza con orgullo. El Absolutismo. La I República. El desastre del 98. La dictadura de Primo de Rivera. La II República. La Guerra Civil. La Postguerra. El Franquismo. La Democracia. Desde la Guerra de la Independencia, la historia de nuestro país no es más que un rosario de ignominiosas derrotas y silencios. Hay que tener talante, transigir, ser pacientes, dialogar, aguantar, apretar los dientes, ya volverán las vacas gordas y con ellas un futuro dorado. Pero no es cierto. En España los únicos animales gordos son los cerdos que nos gobiernan. No ahora. Ni hace seis años. El mal se prolonga mucho más en el tiempo, es endémico e incurable, porque nos empeñamos en no visitar al médico, haciendo alarde de una salud excelente. Negamos la evidencia y presumimos de todo aquello que nos falta: valor, arrojo, inteligencia, creatividad y un largo etcétera de cualidades que, en realidad, no poseemos, porque, si lo hiciéramos, no estaríamos como estamos. Hace algo más de un año, los jóvenes y los no tan jóvenes tomaron Sol. Querían cambiar las cosas. Un nuevo mayo del 68. Otra gran mentira. Cuando llegó el momento de cambiar el mundo, votaron lo de siempre, cada cual a quien estimaban menos chorizo, afianzando así este bipartidismo que se hinca de rodillas ante las minorías nacionalistas. La integridad de España está en juego, claman los más apocalípticos. Se equivocan. España falleció junto con la Constitución de Cádiz. Lo que vemos son sólo las cenizas de una tierra que contempló la primera derrota de Napoleón. No hay que salvar nada, si acaso reconstruirlo; pero, cuando no queden ni los cimientos, será imposible volver a levantar un rascacielos. Vayamos a la huelga. ¿Por qué? Porque tenemos que demostrar nuestro descontento, que el Gobierno se entere de que no aceptaremos más recortes, STOP a los desahucios, ¡BASTA YA! Más mentiras. Mentiras que encubren una única verdad. Nada cambiará. Los cerdos, una vez más, se salen con la suya. Menos dinero que pagar a final de mes. No os equivoquéis. No es a ellos a quienes señalo con el dedo, sino a vosotros y a mí. Leed "Rebelión en la granja" y luego decidme quién es el culpable aquí.

3 comentarios:

Yeamon Kemp dijo...

Pero si Rebelión en la Granja va de animales. Es para niños. Nosotros lo que queremos es dinero (!)

Suscribo de principio a fin. Si no hay fondo que tocar, no se puede volver a la superficie. Sin paja no hay adobe... sólo barro.

moonriver dijo...

Ése es el problema. Aunque llevamos cuatro años descendiendo a los infiernos, aún nos queda mucho para llegar al centro de la tierra y, desde allí, propulsarnos hasta el cielo.

Pumuki dijo...

me gustaría ser suficientemente optimista como para vivir una propulsión hasta el cielo y no una caída libre que desemboque en una guerra civil.

Caldeado anda el ambiente...