viernes, 6 de febrero de 2015

Marzo (VII)

 
 
Sopla el viento, aullando monstruos detrás de cada esquina, resucitando muertos que hace tiempo creías enterrados. El frío trepa entre tus piernas, gangrenando sueños, esculpiendo estalactitas debajo de tus párpados. Los días son montañas imposibles de escalar. Las noches, avalanchas de nieve que te sepultan a orillas del mar. Eres una estatua de hielo cuyos pies se hunden en el fango de una primavera que sólo quieres postergar. El cielo escupe granos de sal que derriten tu piel entumecida. El dolor, en carne viva, ya no tiene manta bajo la que cobijarse. Tu sonrisa es sólo la herida tras la que se esconde tu boca desangrada. Él se fue y tú no estás. La ventisca golpea con fuerza las ventanas de tus ojos. Las gaviotas gritan desde las rocas, pero no entendemos la advertencia. Marzo espera al final del túnel de febrero y, aunque intentemos esquivarlo, esta vez, acabará por devorarnos.

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