miércoles, 3 de septiembre de 2008

Beatriz

Beatriz descubrió muy pronto la magia de las palabras, poco después de cumplir los cuatro meses de edad, cuando se atrevió a pronunciar por primera vez la palabra "mamá". Nunca imaginó que un sonido articulado pudiera ocasionar tanto revuelo. Durantes varias semanas su progenitora parecía no tener otro tema de conversación: "La niña ya habla. ¡Ha dicho mamá! ¿Acaso no es maravilloso? Si es que siempre hubo un vínculo muy especial entre nosotras. De hecho creo que Mauricio anda un poco celoso (siempre pensó que la primera palabra de Beíta sería papá. Es increíble lo egocéntricos que pueden ser los hombres)." Y Beatriz, muda de asombro, tardó bastante tiempo en volverse a atrever a emitir un sonido inteligible. En realidad, supongo que nunca habría aprendido a hablar si no hubiera estado realmente interesada en las reacciones que podía provocar en los demás a través de sus palabras. Y es que Beatriz pronto se dio cuenta de que el lenguaje podía ser utilizado para hacer que las personas bailaran al compás de sus deseos.

1 comentario:

Laura dijo...

El poder de las palabras, afortunado del que lo tenga.
Besos.