lunes, 10 de septiembre de 2012

La voluntad y la memoria

Me habría gustado dejar de quererte, pero dolías demasiado como para desaparecer con una caja de analgésicos. Traté de extirparte, pero estabas anclado a todos mis órganos vitales. Intenté convivir con la imposibilidad de superarte. No fui capaz. No tuve más remedio. Acudí al mercado negro de órganos y renové todas mis vísceras. Fue la mejor inversión de mi vida. Desgraciadamente, se me olvidó que aún quedaban rastros de ti adheridos a mi piel. Un día en la playa sin factor de protección fue suficiente para mudar de camisa como las serpientes. Ya no queda nada. Mejor dicho, casi nada. Permanece el recuerdo del dolor que me causaste, pero TÚ ya eres historia.
 
En otra parte del mundo un joven enfermo de Alzheimer se tatúa en el pecho las únicas 6 palabras que necesita recordar: "Aunque la olvide, aún la quiero".

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