miércoles, 12 de febrero de 2014

Maratón

Se desplomó a dos zancadas de la meta. Mientras su infartado cuerpo exhalaba su último aliento, los dedos de su mano derecha se estiraron hasta traspasar la línea que le separaba de la victoria. Un sonrisa autosuficiente se dibujó en el rostro de su cadáver prematuro. Morir es más fácil, cuando has conseguido tu único objetivo.

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