jueves, 10 de septiembre de 2009

Amanecer

Y te vas de mi lado.

Y mi cama se vacía de ti,

rellenándose el hueco que tu cuerpo tendido tatuó en mi solitario colchón.

¿Hay otro tipo de carne para saciar el hambre de la planta carnívora que arraigó en mi corazón?

Y me quedo dormida.

Y sudo el frío de tu ausencia y el calor de tu recuerdo.

Imágenes en blanco y negro repiten la secuencia del adiós.

Luces a medio gas crean sombras sin hogar que se instalan en las paredes del zaguán.

Silencios rotos por abriles lluviosos y marzos retrospectivos que crean flores de mayo y hierba agostada por el sol de junio.

Los niños juegan en el parque y fabrican risas incontenibles que deprimen a quien no siente el calor de un cuerpo cobertor.

Y un perro aullador verbaliza el sentimiento desolador de quien siente el primer estertor.

1 comentario:

anselmo dijo...

jo, chica. Me acongojas