lunes, 31 de diciembre de 2012

Nochevieja

Esta noche no me hables. Lo que me susurra el silencio es demasiado importante. Huele el miedo. Mastica el grito. Millones de seres humanos están muriendo, pero tú sólo quieres satisfacer las necesidades de tus dedos, salvar la punta de tus manos, rescatar a tus huellas dactilares. Es egoísta e injusto. Es intolerable y arbitrario, pero toca mientras yo sigo pensando en el mendigo del supermercado, en la madre de 15 años y en el cabeza de familia parado. Dicen que el amor es la solución. Sé que no es cierto, pero todo duele menos cuando me derrito entre los pliegues de tus desvelos. Poco importa la moralidad o el egocentrismo de tu insomnio. Sólo me duermo envuelta por tu apego. Pero calla. Hay verdades que aún no he oído, desgracias que aún no he visto, dramas que aún no he olido ni palpado. Toca y calla. Esta noche, sólo la "Patética" de Beethoven puede evitar que se extingan nuestras llamas.

1 comentario:

Yeamon Kemp dijo...

Poco importa casi todo. Tratemos de no obviar lo otro.