miércoles, 14 de agosto de 2013

De la mortalidad de los astros y otros desastres interestelares

En las noticias dicen que el campo magnético del Sol se invertirá en los próximos meses. Es parte de su ciclo. Todos miran asombrados las pantallas, mientras tipos trajeados que no son ni de letras ni de ciencias recitan como papagayos las consecuencias que el astronómico acontecimiento tendrá sobre la Tierra. Yo cierro los ojos, tratando de visualizar la cara oculta de la Luna, ésa que nunca citan en los telediarios, probablemente porque no fue pisada por Neil Armstrong. Hace tiempo que dejó de interesarme todo esto. El Sol quema. La Luna enfría. Mis ojos son estrellas muertas cuya luz aún se atisba en las noches sin nubes. El despertador atrasa sus agujas para regalarnos dos minutos que sean sólo nuestros. Te preocupa que las brújulas ya no sean capaces de orientar a los perdidos. Poco importa saber dónde está el Norte si no tienes claro hacia dónde te diriges. Me abrazas mientras tiemblo. No temas. Todo irá bien. Mastico los últimos segundos que nos quedan antes de que una lluvia de asteroides resucite a los dinosaurios que duermen congelados en el fondo de la Antártida.

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