viernes, 28 de diciembre de 2007

Un plan brillante


¿Existe algún motivo, aparte del obvio afán lucrativo, para robar a la London Diamond Corporation, la principal empresa de diamantes del mundo en 1960? La respuesta a esta pregunta se complica aún más teniendo en cuenta que las personas que planean llevar a cabo el robo mencionado trabajan para la citada compañía, con lo que no sólo se arriesgan a ir a la cárcel, sino también a perder sus cómodos empleos.

Pues bien, esta excelente película deja claras varias cosas:

1) El dinero no es siempre la motivación última y principal de los actos del ser humano, ni siquiera en el caso de un robo como el descrito.

2) No existe un sistema de seguridad perfecto.

3) Siempre habrá Davides capaces de vencer a Goliats.

4) Michael Caine sigue bordando todos y cada uno de sus papeles.

5) Los guionistas hollywoodienses, aunque parezca mentira, todavía son capaces de planear robos imposibles y, al mismo tiempo, contar historias interesantes.

En definitiva, de lo mejorcito del último año.

No hay comentarios: