lunes, 10 de noviembre de 2008

Disminuyendo

Últimamente TODO EL MUNDO me llama por el diminutivo de mi nombre, desde el portero de mi casa, hasta mis compis del curso, pasando por TODOS mis amigos. Espero que sólo sea una muestra de afecto, porque la otra opción que se me ocurre (parecer una chica menudita, frágil e indefensa) no me mola ni un pelo.

1 comentario:

Laura dijo...

A mí con los diminutivos me pasa como con las palabras cariñosas: según quién me lo diga, así me lo tomo de bien o de mal.
Besos.