lunes, 10 de noviembre de 2008

Noche estrellada

Entro en mi cuarto y cierro la puerta.

Trepo sigilosamente hasta mi cama y me acuesto.

Cierro los ojos, pero no logro dormirme.

A la derecha, a la izquierda, boca abajo y boca arriba: ninguna postura consigue satisfacerme.

Abro los ojos y miro al techo.

Puede que no sean tan bonitas como las de verdad, pero también brillan en la oscuridad.

Me concentro en ellas y empiezo a soñar con cielos negros plagados de estrellas rutilantes.

Cierro los ojos, pero las sigo viendo y, por fin, Morfeo decide visitarme.

Sólo veo estrellas.

Ellas alumbran mis sueños.

1 comentario:

anselmo dijo...

Yo tambien tengo que visualizar imagenes para poder dormirme...feliz lunes