martes, 16 de febrero de 2010

Anochecer

Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo calentar el gélido viento que se cuela por las ventanas mal cerradas de mi disfraz.

Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo calibrar el rifle con las dos balas de cañón que dejaste olvidado sobre mi colchón.

Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo destrozar tus letras de alquitrán y mis versos de tafetán.

Anochece temprano y tú no estás y yo no sé cómo aceptar que no hay sal suficiente en nuestro mar para cicatrizar mi agujero mortal.

Anochece temprano y tú no estás y yo no sé si vienes o si vas, si renuncias a continuar fingiendo que hay algo más de lo que me puedes dar.

Anochece temprano y tú no estás y yo sueño con consumirme en la llama mortecina de una lámpara de gas.

Anochece temprano y tú no estás y ya no sé si te fuiste o te irás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Siempre hay un poco de locura en el amor, siempre hay un poco de razón en la locura".

Nietzsche

moonriver dijo...

¡Ay! Acabas de citar a uno de mis filósofos favoritos. Algún día hablaré de lo irónico que resulta que un tío que despreciaba profundamente al pueblo alemán fuera malinterpretado y utilizado como ideólogo del nacionalsocialismo. Esto sí que es una locura total y absoluta.