miércoles, 24 de febrero de 2010

Reencarnación

Puede que tú no lo sepas, pero todo se escribió hace mucho tiempo, mil años antes de encontrarnos por primera vez, cien siglos antes de nuestro último reencuentro. Lo que no entiendo es por qué decidimos olvidarlo y fingir que todo es fruto del azar o la consecuencia lógica de nuestras libres decisiones y actos. No hay nada que se pueda cambiar. No podemos salirnos del guión; porque, fuera de sus páginas, no hay más que una inmensa NADA, un abismo sin fondo, un gigantesco agujero negro. Sé que no te gusta la prederteminación de nuestras existencias, pero fuimos nosotros quienes escribimos la historia de nuestras futuras vidas, quienes decidimos lo que queríamos hacer, decir, ver, oír, oler, saborear, tocar, incluso sentir o pensar. No es que no tenga sentido quejarse de algo que no puedes cambiar. Es que no es coherente arrepentirte de tus propias decisiones. Nosotros pintamos este cuadro lleno de líneas que se cruzan y descruzan, de rectas que corren en paralelo con la esperanza de encontrarse en algún punto indefinido del infinito, de hilos que se lían y deslían, de brochazos que emborronan un dibujo caligráfico, de luces que iluminan los rincones más oscuros de la escena y de sombras que entristecen los rostros más luminosos. Te vas y ya no corro detrás de ti. Vienes y ya no huyo de ti. Inmóvil, permanezco pétreamente en el centro de la fuente de la eterna juventud y me arrepiento de no ser un pozo de sabiduría o, al menos, ése en el que cayó María. Hay agua en tus requiebros y vino en mis desiertos. Tocaste la diana equivocada y se dispararon todas las alarmas. Suenan himnos y delirios, canciones y obsesiones. Quiero bañarme en tu cintura y ahogarme en tu ternura, pero me quedo flotando en la cima de una duna de la playa color aceituna. Me pliego y repliego ante el empuje de tu ego. Me encojo y recojo ante la bofetada de tu enojo. Te creces y descreces. Me hincho y me deshincho. Te cojo y te arrojo. Me atas y desatas. Me besas y desbesas. Me visto y te desvisto. Ya no hay antónimos que definan a Bécquer, su amada y sus rimas. Sólo restan las leyendas de amores explosivos y la realidad de un sentimiento irracional. Sólo queda la poesía de tu risa y mi utopía. Sólo falta el teatro de la muñeca de trapo y el dibujo de un mirlo blanco encerrado en tu desván. Sé que no lo entenderán, pero hay personas que se pueden enjaular y pájaros que no necesitan volar. Otros se limitan a soñar con tropezar con un buen carcelero que les impida escapar más allá de la frontera sideral. Uno o dos burlarán las medidas de seguridad y se hundirán en el lodazal. O puede que se agarren a un rama y no se rindan sin luchar. Todo está escrito ya. Incluso esta historia sin final. Incluso tu lección magistral. Incluso su discurso inaugural. Todo es circular.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm, interesante, interesante.. tengo que reflexionar un poco sobre esto.. ay! líneas que se cruzan y descruzan.. cruzan y descruzan.. rectas que corren en paralelo con la esperanza de encontrarse en algún punto indefinido del infinito.. y la NADA.. mmm, interesante, interesante..

yo venía a decirte que ayer estuve en la sala Galileo, fui a ver a Luis Ramiro y Marwan, y la verdad es que genial, qué buen rato. Gracias por el descubrimiento. Luego no podía parar de tatarear relocos y recuerdos, jaja, me fui a casa tarareando bajo la lluvia, lalalala

Buen día!

Anónimo dijo...

Aunque el pájaro no vuele, al menos que no muera.

moonriver dijo...

¿Fuiste al concierto de Luis Ramiro en Galileo? ¡Qué suerte tienes! ¡No sabes lo que te envidio! Yo lo descubrí justo ahí, en un concierto de Conchita en el que tocó "Perfecta" como artista invitado y fue amor a la primera escucha. La verdad es que esa sala me encanta. Bueno, en realidad, me gustan casi todas las salas de Madrid (Búho Real, Galileo, Caracol, La Palma, Libertad...). Lo malo es que tardé demasiado en descubrirlas y lo de la Galileo es una auténtica lástima, porque viví justo al lado, en la calle Lucio del Valle, durante seis años y nunca se me ocurrió mirar la programación de la sala hasta que me mudé de calle. Y así me fue, que me perdí el concierto de fin de gira de mi grupo favorito de todos los tiempos. Y ahora una nueva mudanza hace que me pierda joyitas como el concierto de ayer en Galileo o el de hoy en Clamores. ¡Un asco! En fin, que todo es mejor en Madrid.

Anónimo dijo...

He leído esto y me ha parecido muy chulo. No sé de qué religión hay que ser para creer en estas cosas, pero creo que me estoy haciendo de esta religión sin darme ni cuenta, ajaja


Almas o Llamas Gemelas:

El alma gemela es nuestra otra mitad.

En el origen, éramos entidades únicas, chispas de la Divinidad. Ante el Creador, acordamos descender al plano de la tercera dimensión a continuar la Obra Creativa, cumpliendo una Misión Conjunta. Dado que el mundo que conocemos es el reino de la dualidad, tuvimos que dividirnos en dos mitades. El plan consistía en vivir vidas separadas y cumplir funciones diferentes, hasta que -habiendo experimentado todas las formas de nuestras cualidades únicas a través de distintas encarnaciones y recuperado nuestro recuerdo de quien somos en realidad- estuviéramos preparados para el reencuentro. Una vez logrado éste, podríamos cumplir nuestra Misión Conjunta.

Puede estar encarnado o no, pero siempre que aparece en nuestra vida es para mostrarnos los aspectos elevados de nuestra alma y el camino hacia el cual dirigirnos para seguir creciendo. Nos acerca a nuestro propósito elevado.

Tenemos muchos compañeros de alma pero una sola alma gemela.

Lo que se siente cuando uno se encuentra con esta persona es algo que no se puede describir con palabras. Es un amor mas allá de toda dimensión.

A lo largo de la vida, van apareciendo distintos maestros que nos recuerdan que existe un alma gemela que encontrar (por ejemplo, personas que nos hablan del tema, libros que leemos, conferencias sobre el tema). Pero para que el recuerdo de quien es quien pueda resonar en nosotros y la unión se pueda producir, es preciso estar al mismo nivel de evolución.

Una vez que nos reunamos con el alma gemela, podremos viajar a otras galaxias, experimentar otras formas de vida o simplemente regresar flotando hasta el Centro de la Fuente de Creación.

El Alma gemela o amor verdadero solo llega a tu vida cuando uno no necesita ser rescatado de su soledad o llenar un vacío, ya que ha aprendido a amarse a si mismo y a celebrar la vida y el amor de forma incondicional a traves de una actitud positiva.

moonriver dijo...

¿Es de Brian Weiss?

La idea me parece preciosa, aunque cada vez dudo más de su veracidad. A lo mejor es sólo cuestión de besar muchos sapos hasta encontrar al príncipe.

Anónimo dijo...

Ay! Pues no recuerdo de bien quien era.. lo encontré googleando, pero de Brian Weiss no creo porque sino me acordaría, sorry.

A mi esta idea también me parece preciosa y la verdad es que ahora mismo yo sí que creo en ella porque he sentido eso que se dice. Yo creo que ya me he encontrado con mi alma gemela, esa persona que te pone en contacto con los aspectos más elevados del alma, y junto a ella, de forma directa o indirecta, en perpendicular, diagonal o en paralelo, siento que evoluciono.

Ahora pienso que cuando nos encontramos no estábamos en el mismo estado evolutivo, así que no era el momento adecuado. No sé si lo será algún día. Sólo espero que si llega ese día sepamos estar por encima de situaciones, circunstancias y banalidades y podamos abrirnos el corazón. Si ese día no llega, lo único que espero es no perder la fe.

moonriver dijo...

Pues espero, sinceramente, que llegue ese día.

Yo, ahora mismo, a la teoría de las almas gemelas le estoy aplicando el método cartesiano de la duda metódica y, desgraciadamente, aún no he llegado a ninguna verdad indubitada a partir de la cual construir todo un sistema filosófico, pero todo se andará.

Anónimo dijo...

Pues yo también espero que llegues a alguna conclusión. Oye, y si llegas a alguna, cuéntanosla, ok?

Buen día!

moonriver dijo...

Pues para profundizar en el tema puedes ver el capítulo 11 y el 12 de la sexta temporada de "Perdidos". La serie es un asco, pero tiene sus momentos.

Anónimo dijo...

Gracias por la recomendación! A ver si lo encuentro y veo ahora uno, tengo curiosidad.

Buenas noches!