sábado, 10 de abril de 2010

Día 913 (1ª parte)

Martina levanta con desgana la cabeza y observa con hastío la pizarra. 9-13 o, en cristiano, 13 de septiembre. ¿Por qué estos ingleses tienen que hacerlo todo al revés? ¿No les basta con conducir por la izquierda y estar a punto de asesinar a las pardillas españolas que, como ella, aún no han aprendido a qué lado tienen que mirar antes de cruzar la calle?

Asqueada, copia tal cual la fecha en su folio en blanco. Y, encima, es viernes. Viernes 13, para más señas; que si estuviera en Madrid no significaría gran cosa, pero en la Gran Bretaña es una clara amenaza de mala suerte. Máxime si tenemos en cuenta que, poco después de abandonar la residencia en la que se aloja, Martina se cruzó con un enorme gato negro que la miró con ojos amenazantes y sonrisa diabólica (o eso le pareció a ella). Aunque hoy no puede ser mucho peor que los días anteriores. En realidad, Martina no tiene ni idea de por qué prefirió hacer un curso de tres meses en Londres en lugar de irse a la playa con su familia, como todos los veranos. Intuye que el más que frecuente cielo gris y plomizo de la capital inglesa se adapta mucho mejor a su estado de ánimo que el brillante y despejado azul del cielo de Gandía; pero también sabe que poco importa el lugar en el que se encuentre, porque cuando te sientes rota por dentro el exterior no puede afectar demasiado.

Martina mira a su alrededor y clasifica a sus compañeros en dos tipos: los que han venido a pasárselo bien y los que han venido a aprender un montón de inglés. Sí, definitivamente ella es la única que huye de sí misma y del recuerdo de quien no merece ser recordado, tratando de esquivar cualquier cosa que pueda evocar su imagen. Al fin y al cabo, la flema británica poco tiene que ver con el siempre apasionado proceder de Óscar. Rendida ante la imposibilidad de olvidar sus desgracias, Martina vuelve a bajar la cabeza y observa detenidamente la fecha escrita de forma lánguida en el estúpido papel. De repente, decide que el guión que separa al 9 del 13 sobra y lo elimina de este mundo con ayuda de su tipex. El resultado es un 913 que no tiene ni idea de qué puede significar, pero que no suena mal del todo. Día 913. Ése es el día de hoy. Un día como otro cualquiera. Un día vacuo e insignificante. Un día más. Un día menos. Un día que no cambiará nada o que, quizá, por fin, lo cambie todo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí hoy es el día 876, jeje. porqué? ni idea, lo escribí en sueños.

moonriver dijo...

¿Puede ser que estés en cuenta atrás? :P

PD: Se trata de un pequeño ejercicio literario. Un relato en el que se incluyen en negrita los títulos de todos los temas de la maqueta de Zahara "Día 913".

Anónimo dijo...

Esa podría ser una opción, no se me había ocurrido.

Anónimo dijo...

En realidad lo he pensado bien y, aunque me gustó mucho tu idea de la cuenta atrás, la verdad es que no creo que lo sea. A lo mejor mi cuenta sólo va hacia adelante y no tiene fin. Eso me parece más probable.

Gracias por tus comentarios a mis comentarios, jeje

Anónimo dijo...

Ah! Y seguiré escuchando a Zahara, hoy he escuchado otras de sus canciones y me parece genial. Aunque mi preferida, sin duda, sigue siendo "Con las ganas".

moonriver dijo...

Lo de la cuenta atrás era sólo un mal chiste. Como 876 es un cifra compuesta por tres números que supondrían una cuenta atrás si se leen de izquierda a derecha...

PD: Zahara es uan artistaza de pies a cabeza, aunque para apreciarla plenamente hay que verla en vivo en directo. Un espectáculo inigualable.

Anónimo dijo...

Vaya.. ya no quedan entradas para el concierto del lunes en el buho real.. me quedo con las ganas

ciao!

moonriver dijo...

Hombre, es que para ver a Zahara en el Búho Real hay que estar muy rápido. La próxima vez que toque allí intentaré avisar. ;)