jueves, 10 de julio de 2008

Cassandra's dream


Ahora que se acerca peligrosamente el estreno de "Vicky Cristina Barcelona" quizá sería conveniente repasar los motivos por los que no hay que perderse la última película del siempre genial Woody Allen y qué mejor forma de hacerlo que a través de su anterior film.
Es cierto que "Cassandra's dream" es la más floja y menos ocurrente de los films que conforman la llamada trilogía londinense. No obstante, desde mi punto de vista, es necesario partir de una premisa básica: una mala película de Woody Allen le da cien mil vueltas al 90% del resto de las películas y precisamente éste es el principal argumento por el que no pienso perderme las andanzas de Javier Bardem, Penélope Cruz y Scarlett Johansson.
Una vez afirmado todo lo anterior, los principales motivos que se me ocurren para ver la película a la que se refiere este post son los siguientes:
1) Como en todas las películas del neurótico neoyorkino, la factura técnica es real y absolutamente impecable.
2) La banda sonora, una vez más, resulta sublime y especialmente adecuada para las imágenes que se nos muestran.
3) Allen sigue descubriéndonos la belleza de Londres y sus alrededores.
4) Por primera vez en su carrera, Colin Farrel abandona su imagen de sex symbol y se descubre a sí mismo como un gran actor dramático.
5) El gran Woody sigue diseccionando las relaciones de pareja, pero esta vez también aborda temas nuevos o apenas tratados en sus películas anteriores: la relación entre hermanos, la lealtad familiar, el poder del dinero, la ambición...
6) Y, por último, está el final, realmente cojonudo.
En definitiva, si eres fan de Allen tienes que verla.

1 comentario:

anselmo dijo...

Yo extraño al Woody Allen más loco. Aunque a veces abusa de sus ticks