domingo, 16 de marzo de 2008

La primavera

Y el viento agita los árboles.

El rumor de las hojas llega hasta mí, pero no logro entender lo que dicen.

Me tumbo en la hierba y miro el cielo azul.

Dejo la mente en blanco.

Cierro los ojos, pero aún sigo viendo la luminosidad de un sol radiante.

Abro los ojos y me incorporo.

Busco a alguien a mi alrededor, pero sólo veo unas laboriosas hormigas y unos amorosos pájaros.

La primavera ha llegado al parque, pero no a mi corazón.

Quiero que llueva, quiero empaparme, pero ni una nube se atisba en el horizonte.

Así que me levanto y decido volver a casa para darme una ducha.

Sólo el agua puede lavar estos sentimientos.

1 comentario:

Caramelo dijo...

No busques la primavera en tu corazón,
tu ya eres primavera.